Relatos eróticos de México

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293 relatos

Una anécdota de mi infancia I

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Mi nombre es Martha y vivo en Monterrey, Nuevo León, México. Soy muy bonita y tengo un cuerpo envidiable (Eso me lo han dicho montonales de veces hombres y mujeres que me conocen) actualmente estoy casada y si tengo algún defecto ese sería que soy extremadamente caliente, jiji.

Vendas negras III – Final

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Sara había comenzado a proporcionarle placer oral a su madre. Ella no quería quedarse atrás y también buscó los labios vaginales de su hija; fundiéndose en un, comúnmente llamado, 69. Por toda la casa se escuchaban gemidos de placer, dos sombras apenas iluminadas por una pequeña lámpara eran testigos de aquel acto incestuoso pero lleno de pasión, lujuria y deseo desenfrenado. Vendas negras III - Final.

Escape

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Escapar de la cárcel a cualquier precio, y disfrutar lo más posible antes de volver a ser capturado.

Sólo un cuento

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Sólo un cuento. Un ejercicio de imaginación. Un viejo castillo y un mago poderoso con la capacidad para convertirse en el animal de su elección.

Volando

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Siendo infiel en un largo vuelo comercial, y después, un sorpresivo final. Volando

Vampiro

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Su boca se entreabrió, dejando asomar el formidable par de colmillos, ahora sí listos para el ataque. Su verga también estaba lista, buscando acomodo entre las apetecibles nalgas del muchacho. Los colmillos buscaron la nuca del chico, y un poco más abajo, hacia un lado, el cuello blanco y suave lo esperaba.

Vacaciones en la habitación

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Tomé mis acostumbradas vacaciones al mismo puerto, al mismo hotel que otras ocasiones, pero esta vez... tuve servicio privado en la habitación y mis vacaciones fueron diferentes...

Algo que nunca imaginé

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Cuando era estudiante, hace ya algunos años, tenía una estrecha amistad con Sabino, para esta época él ya falleció, pero le recuerdo con el cariño que siempre le tuve, un cariño muy sincero y leal, incluso nuestras familias eran amigas.

Moisés, mi exquisito primo II

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Él me observó sin comentarios, siguió un tema que había iniciado en el bar respecto a que a veces tenía problemas con su galanura, que estaba seguro que era atractivo, pero que no podía hacer nada por parecer distinto, que sus negocios iban muy bien, pero que cuando entraba en la jugada una mujer, esposa de cliente, familiar o sus propias secretarias, era un problema porque tenía muchas invitaciones y se rehusaba para no mezclar la vida personal con el trabajo.