Me dirigía al taller mecánico porque a mi carro le estaban fallando los frenos y quería que se los revisaran, hacía mucho calor ese día y entonces me vestí como es mi costumbre muy sexy con un vestido escotado y unas sandalias muy cómodas, me encanta andar ligera así que no me puse bra y solo llevaba una fina tanga negra de encaje.
En mi anterior relato les contaba como fue mi transformación de niño en mujer, ahora, y atendiendo los correos que he recibido, voy a contarles cómo llegué a sentirme mujer.
Desde que tengo uso de razón recuerdo que me atraían mucho las prendas y ropas de mi hermana, ella era un año y poco mayor que yo; cuando ella se iba a casa de alguna amiga a jugar yo me metía en nuestra habitación (compartíamos la misma habitación) y me probaba sus vestiditos por encima de mi ropa, eso era al principio, luego solía ponerme sus zapatos
La cena fue maravillosa y ella era encantadora. Todo maravilloso hasta que me dijo algo al oído. Posiblemente a causa de la bebida. Me dijo que era una transexual. "Soy una mujer con pene pero no la tengo muy grande. Mide sólo 13 centímetros en erección".
Y la verdad es que desde bien pequeño siempre he tenido el sueño de ser una mujer. Cuando me acostaba me imaginaba a mí mismo convertido en las heroínas de las películas o en una bella señorita que rompía los corazones de los galanes.
Llevaba seis meses estudiando en Barcelona, cuando me invitaron a una fiesta de universitarios, había empezado el curso un mes después y creí que esa era una buena oportunidad para conocer gente de mi campus.
Y si a eso sumamos que como travestí homosexual que siempre asume el papel pasivo y además muy sensual, pues no es fácil exigir una pareja que reúna características del hombre ideal.
Sin mas me sujeto del pelo y me hizo agacharme hasta estar frente a su barra de chocolate, eso parecía en verdad, con gusto me acerque y le di una pequeña probada, era de sabor fuerte y aunque grande aun estaba flácida
Manuel despertó con el ruido y se acerco a la cama completamente desnudo, ofreciéndome su miembro, no rehusé la invitación y abrí la boca recibiéndolo con una humedad fuera de lo común, en particular ese día mi saliva escurría por mi boca como lo hacen los jugos de una mujer golosa.
Llevaba un tanga. En su piel estaba todo el mestizaje de aquella tierra. Vi que el pene de mi marido estaba en erección y el de ella también. Tenían el mismo tamaño aproximadamente.
Me estaba dando una gran mamada y pude notar que estaba tan o más excitada que yo porque su pene parecía una manguera por la manera que derramaba líquido preseminal en mi boca.
Todo se arreglo para un lunes por la mañana en que tomaríamos el avión, yo quería ir como Julieta, pero necesitaba una identificación para abordar y tuve que usar jeans y camisa, eso sí por ultima vez.
Mi primera vez con una travesti. No sé por qué, pero siempre me han llamado la atención los penes más no los hombres, por eso nunca había tenido experiencias sexuales con penes.
Después de mi primera experiencia con un transexual, volví a tener una segunda mucho más fuerte y que respondía a la más grande fantasía sexual que un heterosexual puede tener: follar con una mujer y un transexual.
Entonces ella empezó a desnudarme a mi, ahora sus diestras manos abrieron los botones de mi camisa, sus maquillados labios besaban primero mi largo cuello, luego mis hombros y por fin bajando los tirantes de blanco sujetador mis anhelantes pechos.
Después paramos en una pornoshop, yo no las conocía y no podía evitar poner los ojos sobre aquellas fotografías y sobre todo en los dildos que exhibían, me enseñaron una sería de pechos artificiales (de silicón) y escogimos uno con el pezón bien definido y bien formados, se sentían muy reales, eran como de 350gr cada uno.
A mis catorce años las vacaciones eran la principal fuente de contacto entre los primos. Siendo chico recordaba mis juegos, desde introducirme cosas en mi ano, las pajas desde que me empezó a saltar semen...
Me fui comentándole a mi mamá que quería ir a dar una vuelta del otro lado, pero en realidad me fui al cuartito donde pasé la noche con mi primo y por fortuna toda la ropa y maquillaje