Soy Sandra. Actualmente tengo 62 añitos pero en el momento en que se desarrollaron las aventuras de estos relatos tenía 22 , ningún tabú y mucha curiosidad. Leed los dos anteriores y disfrutad con la continuación. Espero vuestros comentarios y vuestros correos.
En el primer capítulo no hice una buena introducción. Os pido que leáis la primera parte antes de leer la segunda. Todo lo que cuento lo he vivido. Y esa fiesta fue el sumum del vicio. Encontraréis de todo: sexe anal, sexo oral, sexo lésbico, uro, dobles penetraciones. Disfrutadlo.
El esposo cumple su palabra y vuelve a la casa para darle a su esposa una monumental paliza, y sobre todo para follarla tan duro como a ambos les gusta.
El viejo, nada más verme ya me reconoció, esbozando una socarrona sonrisa mostraba sin inmutarse, orgulloso aquella enorme e hinchada verga que poseía.
Este es un relato real de la vida de David, un joven de 19 años de Gran Canaria, donde nos cuenta cómo fue su iniciación y la tormentuosa relación que mantuvo con su compañero, Fernando, un maduro de 61 años.
Este es un relato real de la vida de David, un joven de 19 años de Gran Canaria, donde nos cuenta cómo fue su iniciación y la tormentuosa relación que mantuvo con su compañero, Fernando, un maduro de 61 años.
Este es un relato real de la vida de David, un joven de 19 años de Gran Canaria, donde nos cuenta cómo fue su iniciación y la tormentuosa relación que mantuvo con su compañero, Fernando, un maduro de 61 años.
Así fue como perdí mi inocencia e inicié sexualmente. Este es un relato real de la vida de David, un joven de 19 años de Gran Canaria, donde nos cuenta cómo fue su iniciación y la tormentosa relación que mantuvo con su compañero, Fernando, un maduro de 61 años.
Dios, menudo pedazo de salchicha que se gastaba el muy cabrón, todavía no estaba empalmado de todo y ya tenía una verga mucho más grande y gorda que la mía. Empecé a acariciarla, pudiendo comprobar lo suave y caliente que la tenía. La descapullé y acaricié con mucho mimo a la vez que con la otra mano le iba acariciando los huevos.
Así fue como, Nando, un joven adolescente después de ser desvirgado y follado por el padre y tío de su mejor amigo, se convierte en la putita de ambos sementales.
Así fue como, Nando, un joven adolescente después de ser desvirgado y follado por el padre y tío de su mejor amigo, se convierte en la putita de ambos sementales.
Así fue como, Nando, un joven adolescente después de ser desvirgado y follado por el padre y tío de su mejor amigo, se convierte en la putita de ambos sementales.
Así fue como, Nando, un joven adolescente después de ser desvirgado y follado por el padre y tío de su mejor amigo, se convierte en la putita de ambos sementales.
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Así fue como, Nando, un joven adolescente después de ser desvirgado y follado por el padre y tío de su mejor amigo, se convierte en la putita de ambos sementales.
Así fue como, Nando, un joven adolescente después de ser desvirgado y follado por el padre y tío de su mejor amigo, se convierte en la putita de ambos sementales.
Estábamos terminando de recoger los documentos, cuando Oscar, llamaba por teléfono diciéndole a su hermano Mario, que tardaría más o menos una hora en llegar, que ya se encargaba él de llevar la comida para la cena, que ya la había encargado, así que no nos preocupáramos, que de eso ya se encargaba él.
Así fue como, Nando, un joven adolescente fue desvirgado y follado por el padre y tío de su mejor amigo Bufff, no podía creerlo, el padre de mi mejor amigo me estaba tirando los tejos, me decía que le gustaba mi culito y que lo ponía cachondo. Dios, si supiera las pajas que me había tirado a costa suya, seguro que me quitaba allí mismo el bañador y me daba una follada que no iba a olvidar en mi vida.
Yo no le sacaba la vista a la polla de aquel viejo, veía cómo se tocaba la verga acariciándosela. Me fijé que no estaba meando, tenía la polla medio morcillona y no dejaba de acariciar la verga mirando para mí, escaneándome de arriba abajo.
Partimos el sábado por la tarde como habíamos quedado, de Ciudad de México a Puebla no era mucho tiempo, si bien con algunas paradas en la autopista tardamos más o menos dos horas.
Este es el relato que un lector me pidió que escribiera, de cómo desvirgó e hizo suyo a un jovencito vecino, preñándolo por primera vez en su debut en el sexo.
Sabía que aquel jovencito andaría caliente, con ganas de sexo y solo era cuestión de darle un pequeño empujoncito. Había visto unas casas abandonadas a medio derruir cuando lo seguía, y allí era a donde lo iba a llevar si aquel jovencito decidía seguirlo.