¿Por qué todos te miran así, si eres un ser humano al fin y al cabo?- Isela murmuró a media mañana, parada delante de la ventana, observando al vagabundo que dormía en la acera de enfrente.
Una noche, después de que Memo se quedara dormido frente al televisor, Betty se encontró sola en la casa. Recordó que Duque, el enorme perro guardián, estaba afuera en su jaula. Una idea traviesa cruzó por su mente.
Aquí narro como en una noche pasé de ser un heterosexual 100% seguro de mi sexualidad a un adicto a las vergas
No sé qué me pasó, estaba totalmente entregada a él, pero como dije que no diría no a nada, finalmente me metió su dedo en mi culo. Primero sentí dolor y molestia, se sentía muy raro, pero después empecé a excitarme con ese jueguito que me estaba proponiendo.
El ardiente sol calentaba las aceras. Los pájaros cantaban en el cielo despejado, y la vida parecía transcurrir con la rutina de la mañana.
Mi hijo le convenció a su esposa para que él me culee y ahora ya lo hacemos sin estar a escondidas…
Héctor era un gigante de un hombre, su piel tostada por el sol y un bigote que le daba un aire de brusca masculinidad.
"¿Cuánto cuesta la puta vida?" Lupita murmuró, sentada en su cama de colchón deshilachado, la luz tenue de su laptop iluminando su rostro preocupado.
Mi novio no rompe el culito a mi amiga y a mi
Memo, recién contratado en la ambiciosa agencia inmobiliaria Mojol, se sentía con una suerte descomunal.