Lo sentí entrar y se fue directamente a cepillarse los dientes, yo fingía detrás del vidrio borroso de enjabonar mis tetas y muslos
No me quedo otra opción que permanecer en cuatro patas sintiendo su nudo, su esperma y disfrutando los orgasmos
Mustafá me había visto, y vio como dudaba en si entrar o no, así que, sin quitarme la vista de encima, llevó su mano a su entrepierna
Leandro hizo todo perfectamente, sus manos temblaban cuando procedió a echar la cremita a sus piernecitas, esos muslitos regordetes
El viejo no se lo hizo repetir, se colocó detrás de mí, sentí el bulbo de su cabezota deslizarse entre mis glúteos
¿Qué hacer un sábado por la tarde? Calcular que todo salga antes de que venga a casa.
La historia sexual de Silvia donde hace realidad su sueño de coger con su hermano.
Un amigo me invita a su casa con dos inglesas y acabo descubriendo el placer inmenso del coño de una perra.
Hace un par de años, en una convención, conocí a una azafata que trabajaba en un stand de una compañía que participaba en el evento.
No sabia que hacer, mi mujer se acostaba con Carlos y yo había propiciado eso, y, yo lo único que quería era montar un trío