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Verónica la tetona: ella era su obsesión

Yo tampoco era virgen, ya que me había cogido a mi sirvienta como tres veces antes de que la corrieran (esa es otra historia que luego contare). Total que yo me la estaba dedeando en la cama mientras nos besábamos apasionadamente y nos lamíamos el cuello, ella el pecho y yo sus tetas.