Elise se arqueó hacia arriba y gritó cuando su coño se espasmó en mis dedos. Sentí su ano apretarse en mi dedo y empujarlo hacia afuera mientras jadeaba en busca de aire. Su cuerpo se estremeció y sus piernas temblaron cuando su orgasmo la recorrió.
Luego de haber sido confrontados por Anilem, quien se retiró ofendida y llorando; Alessio y Giorgio se enfrentan a su frustración y sus sentimientos de culpa, pero a partir de allí surge una nueva conexión entre ellos y son capaces de perdonarse mutuamente ¿Lo hará también Anilem más adelante?
Comencé a bajarle la ropa, esa sería la primera vez que la vería desnuda, era una belleza total su piel caliente por la excitación y su olor me volvía loco.
Apenas le baje el panty un aroma a hembra choco con mi nariz fue un golpe de excitación que llevo mi dureza a otro nivel sentía que la verga.
Tus labios sobre los míos, mi lengua en tu boca, tu mano en mi pelo, para bajar por mi hombro y apretar mis pechos. Tus dedos provocando mis pezones hacen que te abra las piernas sin siquiera pensarlo, sin importar que estemos donde estemos, sin importar que el taxista estuviera allí conduciendo mie
Ella tomó el control y comenzó a moverse dando sentones en mi miembro, lo hacía lento, estaba escurriendo, tomé un poco de su néctar con mis dedos y lo llevé a su…
Tercera parte, tras conocer a la novia calentona de mi sobrino la historia continua. Después de conocer a mi “sobrina” en persona había poco que pudiera hacer para rebajar mi calentura, me pase varios días sin tener noticias de ella
Deseaba sentir el cinturón de piel impactando en sus nalgas, dejando a un lado su papel de madre y esposa ejemplar, para transformarse en algo sucio y vulgar, que merecía ser disciplinado.
Cuando logras hacer que tus hormonas estallen , no hay vuelta atras, solo quieres seguir el ritmo que te marca tu cuerpo y es ahí donde tenemos que estar preparada para no cometer errores...
Mi marido me decía siempre que se me notaba cantidad cuando acababa de hacer el amor porque me cambiaba la cara : se me sonrojaban las mejillas, los labios se me hacían más voluptuosos y mis ojos azules brillaban como aguamarinas...
Tras seis años de noviazgo me quede embarazada de nuestro único hijo Oscar, que en la actualidad tiene dieciséis años, y al año siguiente me casé, es decir, que si las cuentas no me fallan, conozco a mi marido desde hace veintidós años: Siete de novios y quince de matrimonio.
El relato que sigue no es de mi autoría. Es un mail que me envió un lector y la historia me pareció tan fresca y bella que le pedí permiso para publicarla.
A la mañana siguiente me desperté con el sol dándome en la cara, nunca había dormido mejor. Me giré y vi a mi madre al lado de la ventana dándome la espalda, el sol bañaba su cuerpo desnudo dándole un tono cobrizo.
Empecé entonces a desnudarla lentamente, y cuando sus dos pechos salieron libres de su prisión, se encontraron con un par de labios que los chupaban una y otra vez.
Hace algún tiempo, mi novio y yo estábamos muy presionados en la universidad, él estaba terminando la carrera y yo estudiando y trabajando, por la tanto casi no teníamos tiempo de vernos, como ambos asistimos a la misma universidad, solo nos veíamos en los recesos.