Por lo que supusimos que podían ser desde el novio de mi hermana dándole una sorpresa.. o que incluso podrían ser violadores (por la belleza de nuestras hermanas, y como hay mucho salido por la vida..). El ruido procedía de las habitación de las chicas, y descartamos la posibilidad de tan solo un pareja haciendo el amor, si no de 3 (distinguíamos varios sonidos).
La imagen que veía en su ropero era yo parado dándole la espalda, la tía de mi novia agachada, con una mano agarrándome la pichula y con la otra me estaba penetrando el orto. Ya no aguantaba mas, me estaba apunto de correr, ella lo noto, me dio vuelta, empezó a chupármelo muy fuertemente, sus manos nuevamente se agarraron de mi culo.
Notaba como con los suspiritos y pequeños escalofríos de excitación mi ano se contraía levemente. En uno de esos momentos aproveché para meter el primer dedo, que proseguiría en un trabajo circular hasta poder meter suavemente, sin esfuerzo, el otro, y así hasta tres.
Me fijaba en sus macizos muslos y los veía agitarse con el movimiento de sus caderas al andar, y en sus tetas cuyos pezones se marcaban a la perfección en el top. La pollerita, como les comenté, era cortísima, así que no pude aguantar más y me decidí a pasar a la acción, quería exhibirla un poco.
Al pasar por la estación de servicio más próxima, la veo a ella, preciosa, pantalones ajustados igual que su blusa, botas negras (las cuales se dejaban ver por sus pantalones), ella media como 1,65, unas medidas de 98-65-70, como pueden ver una preciosidad, se acerca y me dice a donde voy, le digo mi destino por lo que me pide llevarla, sin dudar un momento acepto, termino el arreglo del vehículo y partimos.
Cuando Guille terminó su tarea el asaltante ya tenía la pija nuevamente lista para la batalla. Le palmeó la cabeza y lo felicitó. Lo hiciste muy bien, te vamos a invitar a la fiesta, ponete en cuatro patas en el piso, le dijo y me ordenó que le chupara el culo, cosa que rehusé tanto como pude.
Era increíble la sensación, empezamos el ritmo, yo movía mis caderas, rotaba y me enroscaba, el seguía taladrándome la vagina, qué rico sentía, gemía, gritaba en silencio de placer y él también, lo estaba haciendo sentir como nunca me decía yo le decía: más, más, cógeme, no me la saques, métamela, me encanta, dame verga, dame verga por favor, más, métamela, me encanta tu vergota mi amor.
Cuando llegue al salón, vi dos culitos preciosos ofreciéndose para el castigo, completamente desnudos y esperando su ración de cinto, uno junto al otro. Nos les hice esperar y creo que no les defraude. Subí el volumen del televisor, aunque les cambie de canal y les quedé sin fútbol, pues no era de recibo que los vecinos oyesen lo que en mi casa sucedía.
Fue imposible. Eran demasiado grandes para llegar a ella con mi lengua. Me monte sobre ella y empecé a jugar con mi verga entre sus nalgas. Se las abría y la dejaba aprisionaba con tremendas nalgas. Le dije que me la apretara. La gorda apretó sus nalgas y hasta me dolió el apretón pero era exquisito, mientras mi manos apretaban sus tetas que se desparramaban por el lado. Tenía que hacer mío ese culo.
De camino a su casa mi mano no se separó de su culo, y yo disfrutaba como un niño, ella me dejaba, me lo consentía, y aunque por una parte su novio también era amigo mío y tenía remordimientos, mi pene estaba tan duro como no lo había estado nunca, siempre había deseado hacerle de todo pero nunca me había atrevido a proponérselo.
ÉL ya estaba empalmado otra vez, no podía esperar más, le ordené que me metiera la polla, necesitaba sentirla dentro de mi, y eso hizo, me la clavó entera, la sentía entrar y salir, primero despacio... luego más y más deprisa.... más y más.... mientas yo me acariciaba el clítoris... estaba llegando a otro clímax... me paré... no quería acabar aun...
Empezó a revolverse como un toro y a gritar como un poseso pero lo único que consiguió fue que le pusieran una mordaza en la boca y le ataran los pies y lo dejaran en el suelo a unos diez metros del camión.
Mientras se movía lo que permitía la incomodidad de la situación, no paraba de gimotear porque entre la excitación y el dolor de estar siendo penetrada por el culo, seguramente prefería ser penetrada más tradicionalmente, así que me retiré y me fui a los lavabos a lavármela.
Mis ojos se llenan de lágrimas mientras un liquido caliente, muy caliente, se desparrama dentro de mis intestinos. Rápidamente se retira, justo antes que se abran las puertas. Me hace un lado. Sin mirarlo, no quiero que me vea llorar, siento como su cuerpo pasa bruscamente por mi lado, me empuja. No sé más de él.
Tras unos minutos en que la seguía masturbando bajo el cierre de mi pantalón y comenzó a acariciarme frenéticamente mi verga, yo estaba a punto de estallar, comencé a bajarle suavemente la calza mientras ella se retorcía de placer me pidió que la penetrara ahí mismo, y abriendo sus piernas acerco la cabeza de mi pene a su concha.
Mi madre se puso una falda de esas típicas de verano, ancha y muy finita, no se molestó en ponerse bragas, y una camiseta blanca con tirantes, tampoco se puso sujetador, yo tampoco me puse calzoncillos, me coloqué unos pantalones cortos de deporte que me llegaban a la altura de las rodillas.
Estaba en mi oficina, era tarde y decidí navegar por Internet, cuando en una pagina de avisos mujer busca hombre, sobresalió ese anuncio que decía , soy una mujer mayor, separada y con dos hijos, la monotonía me esta matando, y las noches de soledad hacen de mi cuerpo, blanco de mis fantasías.
Esperen, esperan chicas que les traje un regalito, dijo, mientras salía de la pileta y agarraba su mochila. Nosotras también salimos, nos dio una caja a cada una, eran unas cajas rectangulares bastante grandes. Mecha la abrió primero, era una pija de siliconas de treinta centímetros de
En medio de la comida papá me dijo que cuando terminara el examen fuera para la casa de mi abuela Lala, que el me pasaría a buscar a las seis de la tarde para regresar todos juntos, que no le gustaba que una chica de mi edad viajara sola en tren.
Empecé a subirla y a bajarla suavemente con el nabo encajado pero en vistas de que ella pedía mas, empecé a hacerlo mas y mas rápido mientras, a trabes de su top ajustado, le tocaba los pezones que tenia muy duros, entonces ella se quito el top sin que yo dejara de meterle y sacarle mi nabo, siempre hasta el fondo.
Poco a poco fui viendo su abundante pelambrera. Parecía su coño una selva de lo frondosa que estaba. Pelos rizados, abundantes, negros y duros. Metí la mano por debajo, un poco a ciegas, y noté que estaba encharcada. Dio un alarido espeluznante. Le había rozado la vagina.
Son las 2 de la tarde en pleno mes de mayo y hace un calor sofocante...¡Uf! No sé que tiene la primavera que me hace hervir la sangre y me altera más de lo que es habitual, y mi ex-cuñadito me acaba de dejar colgada, ¡con lo que me pone este niño!
Además había unas cuantas habitaciones decoradas para ambientar mejor algunas fantasías sexuales, así teníamos un aula de un colegio de monjas, una celda y también una cámara de tortura medieval, además de una biblioteca provista de una increíble colección de novela eróticas y de revistas pornográficas y una sala solo para ver las películas porno.
El timbre sonó y Alf (más mayordomo que esclavo, tampoco me hacen ninguna gracia los hombres, aunque para alguna visita, para jugar con mis esclavas o como esclavo de Venus cumple con su papel) abrió la puerta. Era Jeff, un viejo amigo de papa y nuestro ginecólogo. Como amigo nuestro disfrutaba, en sus palabras, nuestro harén.
Me quedé dormido profundamente, al despertarme me di cuenta que algo no funcionaba bien, no podía moverme, estaba atado a la cama, cuando alce la vista, me lleve una sorpresa en principio no muy placentera, mis parientes me estaban mirando atentamente, antes de que pudiera experimentar tenía el coño de mi tía en mi cara y mi prima me comía mi polla mientras mi tío lo grababa todo con su cámara de vídeo.
Mi hambre de sexo, que en principio debería de estar completamente saciada, crecía por instantes y cada pocos minutos, mi mente comenzaba a imaginarse fantasías de todo tipo, con la peculiaridad que yo podía hacerlas realidad con tan solo pedirlo.
El chofer se puso sobre mí, que me recosté en el sillón, y me clavó por la concha, su rica verga se deslizó fácil en mi concha toda mojada, y comenzó a cogerme fuerte y rápido, al tiempo que Laura estaba ahora en cuatro patas era clavada por el negro mientras le chupaba la verga al otro, yo seguía siendo cogida por el chofer que me daba duro, me hacía gozar, se puso sobre mi y chupaba mis tetas, mis pezones estaban duros, él los comía y mordía mientras no dejaba de clavarme fuerte, yo gemía fuerte de placer.
Busca en ellos con suavidad, con ternura, agrega ritmo, busca tus zonas más sensibles. Mueve en círculos, frota, roza, aprieta suelta, mete y saca, gira en círculos, de arriba a abajo de derecha a izquierda!!!
Llegó la hora de dormir, y mi madre ni corta ni perezosa me dijo que como solo estaba su cama y la habitación de los muchachos que esa noche la pasaría con ella, y que al día siguiente arreglaríamos la otra habitación.