Generalmente compro ropa pero algunas veces me hago algún regalo para el hogar o un libro, un disco o una película que tenga deseos, pero como ya lo había dicho antes salgo sin ninguna idea fija.
Lucía rinde y entrega el último bastión de su cuerpo a Ringo.
Si tuviera que describiros a mi esposa, os diría que es una mujer bastante atractiva, es morena con pelo largo y rizado, ojos verdes y figura delgada, con unos pechos muy bonitos y bastante firmes, aunque si tuviera que resaltar alguna zona de su cuerpo sobre las demás, sería su hermoso culo.
El domingo siguiente se casaba una vieja amiga de la infancia, y ese sábado por la noche celebraba su despedida de soltera en un local de la ciudad. A tal evento había invitado a sus cuatro mejores amigas que ya estaban todas casadas, entre las que evidentemente me encontraba yo.
Cuando entraba al baño, dejaba la puerta abierta y en más de una ocasión fue sorprendida espiando a los muchachos cuando iban a hacer sus necesidades fisiológicas.
Estábamos terminando de recoger los documentos, cuando Oscar, llamaba por teléfono diciéndole a su hermano Mario, que tardaría más o menos una hora en llegar, que ya se encargaba él de llevar la comida para la cena, que ya la había encargado, así que no nos preocupáramos, que de eso ya se encargaba él.
Mi pareja (a la que llamaré Luisa) y yo nunca hemos disfrutado de una vida sexual activa, por lo que frecuentemente había malas caras por mi parte, pues estaba harto de tener pareja estable y no parar de pajearme para satisfacerme.
No teníamos dinero, hasta que un conocido nos dió la solución. Hoy somos felices.
Nunca pensé lo que sucedería aquel día que descubrí lo de mi madre. Esta es una historia verdadera y comenzó a suceder hace exactamente un año.
Después de todo ese ajetreo sexual yo estaba a tope, me dolían los huevos por la erección tan tremenda que no tuvo satisfacción alguna y el corazón se agitaba cuando la veía pasar frente a mí.