Mi primera clase al comienzo fue un desastre nadie se sentaba ni mucho menos se callaba hasta que llego ángel y se sentó y por supuesto todos los siguieron y fueron a sus lugares fue así como me fueron conociendo como el profesor y empezaron a respetarme, las clases eran fáciles era increíble lo rápido que aprendían.
Es una mujer muy atractiva, de 35 años muy bien puestos. Su pelo lacio rubio y muy cuidado llega hasta la mitad de su espalda cayendo sobre sus hombros como un manantial dorado, haciendo una cascada peligrosa al momento de rodear sus pechos erectos.
Ese día algo paso en mi cuerpo y en mi mente, diecisiete años, con un cuerpo que frente al espejo y el de otras chicas totalmente desnudo se siente atrayente, (para algunas), es de imaginar que para los hombres debe ser presa a batir, nos terminamos de bañar en el vestuario después de la clase de gimnasia
La última parte de la historía dela Tía que bien se podría llamar de otra forma.
Bajé a su pene y me puse a mamarla como una desesperada. Es una verga de buen tamaño aunque no tan grande como me gustaría, pero es realmente de buen tamaño.
Se veía muy borracho, parece que había tomado mucho, para mi suerte para ese tiempo era verano y hacia mucho calor aunque teníamos el aire acondicionado prendido, para mi suerte cuando entro a ver si el estaba en su cuarto,
Mi coño arregladito, con mis ingles y mi rajita completamente limpias de bello es el centro de atención. Hasta Cristina me está mirando y preguntándome qué hago en ese estado.
Me llamo Antonio, tengo 25 años y esta historia que voy a contarles, es totalmente cierta, la verdad es que cuando la recuerdo, aun me excito muchísimo y eso que ha pasado bastante tiempo desde aquella vez.
Una pareja madura que descubre los encantos de los tríos e intercambios.
Tania vuelve a casa despues del encuentro en el lavabo de la disco y se lleva una buena sorpresa. Su amiga Cristina esta en casa, pero no sola.