El señor de 65 años me empezó a preguntar por mi edad y cuando le dije que tenia 24 años me dijo que una nieta suya tenia esa edad y comenzó a hablarme de su nieta.
Después de nadar un poco en la piscina, un poco de placer en las duchas de la universidad.
El cabrón ya estaba caliente a más no poder. Le notaba el bulto de su entrepierna duro e hinchado, restregándose por mi culo, mientras me lamía y mordisqueaba el cuello, a la vez que con sus manos me empezaba a desabotonar la camisa que llevaba.
Muerto de vergüenza, nervioso y enrojecido como un tomate por haber sido descubierto, me encogí de hombros diciéndole bueno, mientras terminaba de vestirme.
La trama trata sobre una pareja de hermanos cachondos que deciden experimentar algo nuevo para descubrir qué tan fuerte es el lazo que los une.
Cuando uno es jovencito, lo que más le aterra, es ser descubierto por algún vecino, familiar o conocido, que descubra tu gran secreto, que te gustan los hombres y disfrutas dándoles el culo y ser follado, al menos ese era mi mayor terror.
Hoy hace un día soleado, la gente inunda las calles paseando, mirando los escaparates de las tiendas y yo soy uno más en aquella inundación humana.
Hace dos semanas había dejado un par de cuadros para enmarcar en una tienda cerca de mi domicilio, y llegó el día en que fue a recogerlos.
Sylvia tiene un culo grande pero lo que mas resalta de ella son sus tetas, yo he oído a los hombres del pueblo en la tasca hablar de Sylvia la tetona.
No tenía suerte con las mujeres hasta que nos tocó la lotería. Pero lo más increíble de todo fue lo que hizo mi madre.