Tras quitarme el abrigo retiró de mis hombros las frágiles cintas que sostenían mi vestido, dejando al descubierto mis tetas, ya que no llevaba corpiño puesto, las que listas y anhelantes por sentir el roce de sus manos, se erguían en su punta haciendo innegable mi extremo estado de deseo.
Esa tarde de invierno aparentaba ser una tarde más de su rutinaria vida, sus chicos con el padre y ella caminando un rato por la costanera, recordó con una sonrisa, cuando le robó un beso al marido de una amiga de la escuela, sonrío más fuerte al ver que otra amiga se había dado cuenta de todo eso en la casa de el, la costanera con los arboles sin hojas, flanqueaban el marrón río que bajaba presuroso como la vida que ella quería y no encontraba.
Un día habíamos salido a hacer ejercicio corriendo por la playa yo la miraba, ella estaba divina con sus pantaloncitos y su tanguita por encima y uffff me tenia loquita, yo me puse unos short pequeñitos y una camiseta que dejaba ver mi ombligo pienso que estábamos muy sexy, después de terminar de hacer ejercicio llegamos a casa.
Comentario de una amiga del relato "Escuela de hogar feminista"
Caminaba con dos de mis amigas por una calle alejada del centro del pueblo al encuentro de los chicos, habíamos quedado con ellos. Unos metros antes de llegar hasta ellos pudimos ver que estaban sentados sobre sus motos. Uno de ellos encendió el motor y llegó hasta nosotras.
Juan Carlos que era todo un experto en estas lides, puso rápidamente su abrigo tapando todo de tal manera que nadie podría percatarse de nada. Así fue que a partir de ese momento, la mano de Nora, guiada por la de él comenzó con las caricias a través del pantalón.
Cuando arribaron a Mendoza se alojaron en un hotel cuatro estrellas en dos habitaciones (en una las mujeres y en la otra los hombres), porque no había disponible en ese momento 4 singles, como habían pensado antes de la partida, ya que se desarrollaba un importe evento en la capital de la provincia y la capacidad de todos los hoteles estaba colmada.
Sé que te perderé algún día, que desaparecerás y que yo volveré otra vez a la tristeza de siempre, al sinsentido de mi vida, porque gracias a ti le he encontrado sentido a todo esto que antes no lo tenía, gracias a tu dominio me siento en paz, tengo equilibrio emocional y soy feliz.
A las 11:30 llegaron, el abrió la puerta del auto, y se dirigió hacia la de ella, abrió la puerta como todo un caballero, y ella salió deslumbrante, el cerró la puerta y la abrazó por la cintura, ella cruzo sus brazos sobre su cuello y se besaron, yo mientras miraba por la ventana sentía ganas de salir para matarlo, estaba dispuesto a matarlo. Cuando se despidieron, y ella caminaba hacia la puerta, baje corriendo hacia la sala para esperarla.
Hacía unos días que, al salir del bingo de 4 caminos, en la ciudad de La Coruña, ciudad donde vivo, al irme para casa tuve que parar justo debajo del viaducto a causa de la tromba de agua que ese día estaba cayendo. Estando esperando a que amainara un poco la lluvia, había salido de un monovolumen que había allí aparcado, un joven rumano, Andrei, se llamaba, con el que había estado follando; bueno más bien me había dado por el culo, y por cierto que me había dejado bien satisfecho.