Cuando Milagros oyó el ruido de la puerta de su casa al cerrase, se estaba corriendo viva con una lengua en su coño y una polla hasta adentro del culo. De modo que no pudo hacer caso a lo que pasaba. Estaba a cosas más importantes.
Cuando ella y él van al shopping por su regalo navideño, dan rienda suelta a sus fantasías eróticas.
Mi madre me consuela ante un reves como solo ella puede hacerlo.
Milagros y su nuera son emputecidas por el huésped que vive en casa, y todo ante los ojos de su marido y su hijo
‘’…logre verla en su cama estaba semidesnuda, no tenía sostén, sus pechos estaban al descubierto pero siendo tocados por ella…”
Sin tener la más mínima idea de cómo ni cuando ha llegado hasta allí, se encuentra en una situación que, al menos en sus pensamientos más profundos, no anticipaba en absoluto. Es como si el destino la hubiera llevado a un lugar que nunca había imaginado
Una de las mejores obras que me han realizado, de las muchas que hicimos en la casa, con sorpresa y placer.
Resulta que muchos me juzgan a las primeras sin conocerme bien.
Siempre cómplice termina siendo algo placentero. Disfrutar la lactancia fue lo mas vivido...
Ambos no pensaban que ese encuentro podría terminar tan cachondo como lo fue.