Me dirigí al cuarto de Amparo, sabiendo que estarían las dos allí, llevándome la sorpresa que estaban las tres en la misma cama, teniendo Olga abrazada a Triana, por lo que me acerqué a Amparo y la desperté…-Sígueme… Así terminó el último capítulo…
Para que veais que esto es una historia real, aquí os muestro una de las tantas conversaciones que tenemos mi señor y yo. Para ser exactos esta conversación la tuvimos mientras yo viajaba en tren,
Pero casi nada más empezar a hablar se nos acercó una rubia impresionante que dio dos besos a Ana saludándola. Ana amablemente nos presentó, María, Pablo, Pablo, María. María se acercó a darme dos besos, clavando sus tetas en mi pecho, mientras su boca se acercaba mucho a la mía. Ana se tensionó
Ella llega a casa después de ir al zumba, traía puesto un top escotado amarillo y unas licras blancas que transparentaba su tanguita negra. Y se vislumbro mucha humedad sospechosa
Les voy a contar cómo mi tía olvidó que soy su sobrino y que me crío por más de 22 años, y me ha regalado unas cogidas increíbles
De cómo mis gemelas me cntaron todo lo que sucedía entre mi hijo mayor y mi esposa.
Por una casualidad me empiezo a obsesionar con Jorge, mi compañero de piso.
Jorge : Puta madre que buena sale Miriam Riveros si es verdad lo que dices yo quiero partirle la concha a tu esposa pero debes estar dispuesto a que ella será mi puta, tu un cornudo y yo daré las órdenes ¿lo tomas o lo dejas ?
hasta que me apretó las nalgas con fuerza y se vino echando grandes chorros de semen dentro de mis entrañas y gritando: “¡AAAAAAHHHH, YAAAAAA, POR FIIIIN, ME VENGOOOO,AAAAAHHHHH!”
¡Lo tengo!” Él dijo y se lo comió. “¡Cariño, ya puedes salir de la mesa!.” Cuando Miriam Caballero sale de la mesa él le dice que se pare. Se acerca a ella y le jala hacia abajo sus bragas. Pone dos dedos en la vagina de haciéndola jadear y gemir. “¡Ohhhh!…¡Por favor, por favor… Dejame!”, ella rogó