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Los mejores relatos gay

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Últimos relatos gay:

No me arrepiento II

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Era muy peludo, tenia muchísimos pelos en sus genitales. Tanto que le tapaba bastante de su hermoso artefacto. Yo comencé a sentir deseos de tocarle el pito. Muchas ganas tenia de hacerlo. Se lo quería mirar de cerca, apretarlo, pajearlo y sobre todo, chuparlo. Pero no me animaba a bajar y hacerlo.

Camila

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Si bien habia conseguido que mi hermana lo hiciera frente a mi (en nuestra intimidad salvo cuando tenemos visitas siempre lo puedo ver a cambio de complacer a Lali) queria yo poder ver a alguna de las compañeras de mi hermana asi que siempre que venian, con complicidad de Lali yo me quedaba escondido en el cuarto al lado del toilete.

Cuánto se aprende de las películas porno

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Tocamos al timbre de la casa de Tomas, nuestro socio, habiamos quedado para firmar unos documentos, y de paso jugarnos unas cartas, ya que era viernes. Nos abrio la puerta, Paquita, su hija, una moza regordeta de unos 18 años, poco agraciada pero de grandes tetas y culete hermoso.

El angelito de la Universidad

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Aproveché para tocarle el culo, apretaba aquel pedazo de carne que tanta alegría me estaba dando. Solté la otra y fue cuando agarré por completo su culo y lo movía más rápido y más rápido y más rápido como esperando el líquido que se había tragado.

Me tomó como su gran esclava

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Al subir al ascensor cargados, el se libero las manos dejando todo en el suelo mientras yo cargaba lo demás y tenia las manos ocupadas, al cerrar las puertas me miro a los ojos, me pellizco y retorció una teta con toda su fuerza y sonrió.

Noche de invierno

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Sus dedos lo invaden y en mi intimidad sexual, realiza los más ardientes juegos eróticos, intercambia tanto caricias sobre mi clítoris como la penetración digital, noto que él está igualmente poseído por un gran deseo sexual y en su ansiedad y placer, deja escapar un leve suspiro donde puedo distinguir mi nombre... María José.