Últimos relatos gay:

Vendas negras I

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Ella percibe su olor, lo siente, es un olor agradable. El desconocido le tapa los ojos con una venda de color negro, la venda tiene su olor. Él la acaricia; ella se asusta y cree que va a ser violada. Pero él lo hace suavemente, sin prisa; le besa levemente el cuello, los labios, los lóbulos de las orejas. Lo hace tan suavemente que Sara llega a sentir un escalofrío.

Iniciación zoofílica VI

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El olor a café me hizo suponer que el castigo había terminado o que se trataba de un descanso, pero no, era lo primero, fui desatada, entre las dos me sentaron en una silla, me ataron las manos al respaldo y las piernas muy abiertas a las patas.

Noche de invierno II

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Sus caricias aumentan y una de sus manos llega a mis bragas para tocar ardientemente mi sexo por encima de la tela...luego sus dedos quedan piel con piel con mi sexo, juega con mis labios, y los entreabre suavemente para penetrar delicadamente mi intimidad y centro de mis mas dulces placeres.

Carolina y yo I: su cornudo sumiso

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Ella me había dicho que las suyas eran estar con dos tíos fornidos, fuertes y bien dotados que la trataran como una verdadera hembra en celo, que la poseyeran y la rindieran como una hembra que claudica ante el poderío de dos machos, rindiéndose y ofreciéndose a ellos para ser follada por los dos, en canal.

Mi institutriz

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Y puso dos copas de vino y las lleno hasta arriba, entonces cogió una y se fue hasta su habitación, yo la seguí sin saber porque, entré en la habitación y vi lo más increíble de toda mi vida, en la habitación al entrar estaba el armario, después la cama, y a la derecha de la cama, había una mesa pequeña con varios consoladores de diferentes formas, yo me que dé parada, y vi como María, dejaba el consolador junto a los otros, se sentó en la cama me miró y me dijo.

Conociéndonos más a fondo mi hermanastro y yo

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Se apoyó sobre mi espalda y me puso esa estaca dura de nuevo en mi esfínter empujando con delicadez y poco a poco, notando como su sable me atravesaba el culito y aunque pensé que me lo desgarraba, en unos cuantos empujones controlados logró meterme su gran salchicha en mi agujerito.

El padre de mi mejor amiga IV

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Por fin se corrió inundando mi boca de abundante semen, espeso, caliente, sabroso, que bañaba mis carrillos y mi paladar para bajar finalmente por mi garganta, aunque algo escapaba por mis labios yendo a parar a su pubis, que luego lamí con fruición rescatando esas gotitas de su vital filudo.

Mi profesora y yo

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Este año estoy cursando tercero y para mi desgracia es bastante difícil, así que cuando Lourdes, la profesora de Derecho del Trabajo nos encargó el trabajo sobre las ETT'S no dude en subir a su despacho, para que me orientara.

Iniciación asistida

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Anda, tócamela, hazme lo que quieras, me le acerqué, de frente, mido 1.70 de estatura y por supuesto, me sacaba un buen de tamaño, pero acepté, lo abracé y enseguida su arma rozó mi cuerpo; la sentí muy rica, tersa y de muy buen tamaño, le pregunté ¿tienes idea de cuánto te mide?, si, claro, mira, así como está ahora, dormidita, flácida, mide un poco más de 15 centímetros; en plena erección, sólo llega a 22 centímetros, es lo más grande que me crece.