Pero casi nada más empezar a hablar se nos acercó una rubia impresionante que dio dos besos a Ana saludándola. Ana amablemente nos presentó, María, Pablo, Pablo, María. María se acercó a darme dos besos, clavando sus tetas en mi pecho, mientras su boca se acercaba mucho a la mía. Ana se tensionó
Ella llega a casa después de ir al zumba, traía puesto un top escotado amarillo y unas licras blancas que transparentaba su tanguita negra. Y se vislumbro mucha humedad sospechosa
Les voy a contar cómo mi tía olvidó que soy su sobrino y que me crío por más de 22 años, y me ha regalado unas cogidas increíbles
De cómo mis gemelas me cntaron todo lo que sucedía entre mi hijo mayor y mi esposa.
Por una casualidad me empiezo a obsesionar con Jorge, mi compañero de piso.
Jorge : Puta madre que buena sale Miriam Riveros si es verdad lo que dices yo quiero partirle la concha a tu esposa pero debes estar dispuesto a que ella será mi puta, tu un cornudo y yo daré las órdenes ¿lo tomas o lo dejas ?
hasta que me apretó las nalgas con fuerza y se vino echando grandes chorros de semen dentro de mis entrañas y gritando: “¡AAAAAAHHHH, YAAAAAA, POR FIIIIN, ME VENGOOOO,AAAAAHHHHH!”
¡Lo tengo!” Él dijo y se lo comió. “¡Cariño, ya puedes salir de la mesa!.” Cuando Miriam Caballero sale de la mesa él le dice que se pare. Se acerca a ella y le jala hacia abajo sus bragas. Pone dos dedos en la vagina de haciéndola jadear y gemir. “¡Ohhhh!…¡Por favor, por favor… Dejame!”, ella rogó
El albañil retiro su verga manchada de mi sangre de mujer escarlata y se vistió apresuradamente, mientras yo permanecía tirada en el colchón, con la vagina y el ano desvirgados, manchados de sangre y mi rostro con él rímel de mis pestañas escurrido por mis lagrimas saladas. El albañil recogió unas c
Estaba muy excitado pero no me costó dormirme, supongo que los nervios me habían agotado bastante. Estaba entrando en el sueño profundo, cuando noté que mi polla se humedecía, era muy agradable y pensé que era un sueño húmedo y caliente.