Mi tía Virginia, una mujer casada, descuidada por su marido, que lo hizo cornudo para siempre.
Metí mi lengua a su boca forzandolo a jugar conmigo, él trataba de seguirme el paso pero era clara su inexperiencia, baje su bóxer liberado al fin a mi nuevo inquilino, el olor que desprendía era abrumador, pose mi mano en en su hombría y comencé a masturbarlo...
La miré a los ojos estando encima de ella, me abrió la boca, no hubo necesidad de más señales, sabía lo que quería, así que le escupí la boca, sonrió al darse cuenta que el mensaje había sido entendido y siguió gimiendo con cada embestida que le daba.
Me entregué a mi novio de 60 años a los 18. Mi primer novio, mi primer amor, mi primera vez y mi inicio como su mujer. Relato 100 % real.
Me llamo Guillermo y trabajo en un bar los fines de semana para poder pagarme los estudios universitarios tengo 19 años. Vivo con mi mama Vanesa que es una mujer espectacular de 44 años de pelo castaño que cualquier hombre
Comencé a sentirlo moviéndose adentro mío, adentro y afuera, lento al principio, y ganando velocidad con el correr del tiempo. No se podía mover mucho debido a la posición que ambos teníamos. Mientras sus manos pasaban por adelante mío y masajeaban mis tetas, me pellizcaba los pezones con fuerza...
Quiero confesar varios detalles del comienzo de la época más obscura de nuestras vivencias dentro de este estilo de vida.
No podía creer lo que estabas haciendo con mi esposa, le estabas dando la cogida de su vida. Cada vez más fuerte le dabas... tanto que venciste su resistencia y paso de estar en 4 a caerse en la cama acostada, con vos arriba de ella, pero sin sacársela ni un segundo.
Vivian, a partir de este momento puedes hacer lo que tú quieras con mi pito… Sin separarme de sus manos la comencé a desnudar, bajé su pants, sus shorts y su panti, en su pubis no tenía más que pelusa la vista era increíble su vientre de niña aún, plano y jamás explorado, el olor de su sexo es
Estaba haciéndole una paja turca a mi compadre, en mi propia casa, y a escasos metros de donde estaba durmiendo mi marido en ese momento. Era todo una locura total, su pija entraba y salía entre mis enormes tetas, y era lo suficientemente grande como para no perderse en el medio, y eso me encantaba.