Un ingeniero acoge en su casa a una joven mujer, madre de un hijo y con una triste y dura historia a sus espaldas. Poco a poco la relación entre ellos va haciéndose más íntima...
Una pareja se encuentra casi por casualidad y llegan no solo a la cama sino a disfrutar plenamente de sus cuerpos y enamorarse en un solo día, primera vez para muchas cosas.
Era una suerte tener un trabajo así. Llevaba dos años en una empresa subsidiaria de una multinacional. Sus tareas se relacionaban siempre con ordenadores. Aparte de lo cansado que resultaba pasar un montón de horas diarias sentada delante de una máquina, luego tenía sus compensaciones.
Los relatos que he estado leyendo me hicieron recordar mi primera vez, esta fue mi primera y única aventura, pero vale por cien. Si la memoria no me juega malas pasadas, podré hacer un relato completo, pero todo lo que voy a describir es rigurosamente cierto.
Los dos amigos acuden a una reunión de discapacitados en diverso grado. En ella nuestro protagonista tiene ocasión de mantener un miembro de hombre en su mano y excitarse muchísimo con ello, lo que hará las delicias de su compañero cuando se encuentran a solas.
Nuestros amigos se consolidan como pareja sexual, con el morbo añadido de la discapacidad de uno de ellos. Y disfrutan sus encuentros y sus fines de semana juntos, en perfecta armonía sexual y de amistad.
Un hombre conoce a otro que por su condición física debe llevar un aparato ortopédico en una de sus piernas. Tras bailar juntos van a su piso y allí se entregan al amor y al placer, con el morbo añadido de la prótesis.
El hombre entra en el local de ambiente gay y es observado desde la barra por un muchacho. Después de un inequívoco contacto, primero visual y después muy físico, ambos caen en una cama...
Unos pies de mujer, calientes y sudorosos después de una enérgica sesión de aeróbic, ¿pueden ser supereróticos? Por qué no. Para el protagonista de nuestro relato, desde luego lo son. Y cumplirá su fantasia con una chica de excelente y cuidado físico.
Una chica es detenida en la carretera por un policía que se demoratanto en las comprobaciones que la mujer termina orinándose en los pantalones, tremendamente excitada. Tras invitar al policía a mear en su boca y hacerle una mamada, marcha en busca de su novio...
Una muchacha de pueblo viaja a la ciudad para empezar su trabajo como sirvienta en casa de una condesa. Sus hijos, chico y chica, parecen ser el terror de las chachas y ella pronto descubre por qué.