Sentí que de la punta le salía líquido. el cual estaba muy baboso, utilizándolo como lubricante para que mi mano lo masturbara mejor, después me enfoque en la cabeza de su verga, esparciendo el líquido que le salía sobre ella haciendo que él se retorciera...
Desde hace mucho tiempo estaba la prometí ser parte de la despedida de soltera de mi mejor amiga. Nunca pense que no solo era el show principal para ella, también el juguete de despedida.
La Casa de la Cultura de Teocaltiche palpitaba al ritmo frenético de la música folclórica. Isela, una chica delgada pero con un cuerpo de impacto –chichis turgentes y un culo que prometía – bailaba con una gracia que te dejaba sin aliento.
Memo era un niño inquieto de 5 años, lleno de vida y con una imaginación desbordante que le hacía ver aventuras en cada esquina de su hogar. Su mamá, Isela, era una hermosa mujer que se reía a carcajadas con la sencillez de un niño, y su papá, Guillermo, un gran aficionado al fútbol...
se retiró y fue por una colchoneta, me empezó a besar, me acostó y se puso en medio de mis piernas y empezó a mamar mis tetas, yo ya lo quiera adentro de mí, que me poseyera...
El pequeño Memo duerme tranquilo de saberse amado por sus padres, aún que Guillermo, su padre estaba de viaje por trabajo, el sabía que era algo rutinario, su papá salía de viaje con mucha frecuencia, se iba por 2 o 3 días y regresaba con regalos para el.
¿Por qué todos te miran así, si eres un ser humano al fin y al cabo?- Isela murmuró a media mañana, parada delante de la ventana, observando al vagabundo que dormía en la acera de enfrente.
No sé qué me pasó, estaba totalmente entregada a él, pero como dije que no diría no a nada, finalmente me metió su dedo en mi culo. Primero sentí dolor y molestia, se sentía muy raro, pero después empecé a excitarme con ese jueguito que me estaba proponiendo.
Memo caminaba cansado por la calle, la espalda curvada por la jornada laboral que se alargaba cada vez más. El sol se escondía detrás de los edificios, dibujando sombras que se movían con la vida de la gente que se apresuraba a sus casas.
Betty se despertó con la alarma de su despertador, una melodía estridente que interrumpió el silencio de la noche. Memo, su marido, dormía a su lado, ladeando la cara en la almohada, sin inmutarse.
Guadalupe estaba disfrutando de un baño relajante después de un largo día cuidando de su hija de 2 años, Rogy. No esperaba la sorpresa que estaba a punto de recibir.
Basada en hechos reales: Dos amigas de toda la vida —una con esposo e hijos, la otra en pareja— viajan a Roma, pero bajo la fachada del turismo y la amistad, laten pulsiones reprimidas. En una noche salvaje, el deseo tomará la palabra.
Betty estaba en la cocina preparando el desayuno para Memo, su esposo despistado y confiado. De repente, escuchó un ruido fuera de la casa. Miró por la ventana y vio a un vagabundo negro y peludo revisando los botes de basura.
Betty, la secretaria gordita y atractiva de 40 años, se miraba al espejo mientras se ponía su traje de baño más ajustado. Su piel blanca contrastaba con el negro del traje, que apenas contenía sus enormes nalgas gelatinosas. Con una sonrisa pícara, se ajustó el cabello rizado y salió de su casa.
Son una pareja feliz y que se ama. Pero el muere de deseos de verla siendo la puta de su padre. Si. del suegro de Marianela, el progenitor de Josué quien sus ganas de ser cornudo ya se les escapan por los poros...
Mientras yo salía a trabajar cada mañana, confiado en la rutina de nuestra vida familiar, mi esposa mantenía un romance secreto con un conocido cercano, alguien de nuestra confianza. Aprovechaba mis horarios de trabajo para encontrarse con él en casa o en lugares discretos.
Mis gemidos no tenían un control, solo me dispuse a disfrutar de esa polla que me estaba partiendo en dos y era riquísimo, su trozo topaba hasta el fondo de mi vagina, haciendo que un rico orgasmo se hiciera presente...
Mi esposa cortó de golpe con los besos y se arrodilló delante de su macho, él abrió el pantalón y ella metió una mano y sacó una verga que era mas grande que la mía, a pesar que la de él estaba muerta y la mía bien dura, así y todo, me ganaba en tamaño.
Una caliente historia real de infidelidad dentro de las paredes de una oficina del gobierno, donde me tiro al recien llegado a mi trabajo, enseñandole que tambien se capacitar al personal en el area de lo sexual...
Este 17 de enero de 2025 fue una noche calurosa en la ciudad de Neuquén, Verónica miraba la gala de gran hermano con el mismo calor que hacía en toda la ciudad a pesar de tener el aire a 22 pero era un calor distinto, su cuerpo ardía de deseo, sus pezones estaban duros y le dolían.
Esta historia, inspirada en hechos reales, explora el deseo, la traición y la oscuridad del deseo oculto desde la voz masculina que arde en conflicto. Melissa, dulce y reservada, oculta una vida secreta que desvela no solo su entrega física, sino también la complejidad emocional que desarma