Últimos historias xxx:

¿Mojigata yo?

0,00 (0 votos)
Entonces mi amigo que se había venido en mi espalda tomo la posición de espectador, entonces le dije al otro, me falta por el ano, quieres rompérmelo tantito, el ni tardo ni perezoso se puso a mis espaldas entonces le dije, quiero que me la metas de un solo golpe hasta el fondo, quiero que me duela, entonces me abrí lo mas que pude y de un golpe certero me clavo, yo grite como una loca

Con un alumno

0,00 (0 votos)
Un poco perdido, pero sin dudarlo, fue al cuarto, yo estaba sentada en el borde de la cama, con mis piernas desnudas, y mi sujetador a punto de estallar, mis pezones estaban muy excitados y me los acariciaba con una mano, mientras mi lengua asomaba y se relamía de gusto de lo que me iba a comer.

Estoy buscando a esta mujer

0,00 (0 votos)
Dejé escapar un tímido gemido y seguí observando las evoluciones de aquel maravilloso espectáculo. Los jugos vaginales fluían hasta el asiento de cuero del coche mientras un dedo inquieto bajó hasta la profundidad de aquella caverna misteriosa.

Otro sueño VI – Final

0,00 (0 votos)
Yo me acerqué a su lado y le ofrecí mi verga hinchada y caliente para que me deleitara con su boquita y lengua, mientras ella disfrutaba de esa golosina que yo sabía le encantaba, intentando desesperadamente obtener todos mis jugos como si fueran maná del cielo.

Lorena I

0,00 (0 votos)
Sin decir nada, me cogió en brazos, me besó profundamente y comencé a mojarme de nuevo, no podía creer lo que estaba pasando, sólo sabía que iba a disfrutar mucho, así que me dejé hacer lo que Marcos quiso. Me dio la vuelta , y sentí su pedazo de polla dura en mi culito.

Sumisa mujercita I

3,00 (1 votos)
Fran se reponía sobre mi culo hasta que finalmente vio a mi hermano. Juan que así se llama mi hermano le hizo un gesto con la mano de que no se saliera y estuviese tranquilo. Yo Estaba agotado y no sabia que iba a pasar.

Otro sueño V

0,00 (0 votos)
Migue calentísimo y con una erección descomunal, y sin poder sacar los ojos del culo de Miriam se la llevó aparte y comenzó a besarle y lamerle el culo mientras ella se apoyaba con sus manos en el respaldo de la cama y nosotros veíamos como por sus muslos corrían sus flujos, entre sus gemidos y jadeos.

El profesor de Ishtar

0,00 (0 votos)
Estaba toda llena de semen, mojada mi pelo y todo mi cuerpo, fui donde Alberto y le dije que desde ese día podía hacer cualquier cosa conmigo y tomando su cipote lo bese, chupe y mordí, mientras lloraba dándole las gracias.