Me encanta casi todo tipo de sexo, incluyéndome en el gusto de coger con hombres. Descubrí que es sumamente excitante coger con desconocidos en lugares públicos como lo es un cine de películas X en la ciudad de México.
Me llamo Carlos y estoy muy caliente, deseoso de comerme una verga, antes que nada le dije pasándole el refresco qué edad tienes ¿por qué estás tan caliente?
Hace veinte años, que conozco a TITAN, más de una vez, me expreso airadamente su condición de heterosexual, más de una vez, me pareció que es gay, como yo.
El sexo en su matrimonio se había convertido en rutinario. Fue con un chico masajista con quien encontró lo que parecía para él una obsesión desde hacia ya tiempo.
Eran cuatro chicos normales pero coincidieron en que sus fantasías les impedían vivir con normalidad. Tras varias reuniones y conocerse a través de Internet acordaron el vivir una vida paralela que les diese estabilidad.
Desesperado por estar viviendo en pueblo pequeño, Miguel inició una nueva vida en Sevilla. Allí, en un cine porno, conoció a un tío maduro que lo llevó a nuevas experiencias.
Mi primo se levantó a eso de las diez de la mañana, como siempre desnudo y con su gran pedazo de verga erecto como un mástil, yo procuraba no darme por enterado y disimulaba bastante bien, francamente me tenía muy nervioso, no tan sólo por ser quien era, si no que ya le estaba prestando mucha atención a él.
Mi hermana es enfermera, entonces me dijo que la primera semana que yo estaba en su casa le tocaba guardia todas las noches, y ni modo me tenía que quedar con mi cuñado.
Estaba en la barra de una cafetería cuando noté un leve roce en el culo, un roce normal, si tenemos en cuenta la estrechez existente entre la barra y las mesas, pero para mi, no lo fue.
Un joven recibe una felación de su tío después que ambos han visto el pene de uno de los vecinos del pueblo en las duchas de la piscina. El mismo pene que luego recibirá su tía.
Me llamo Satélite. Soy moreno, tanto de piel, como de color de pelo, el cual es lacio y un poco largo. Mis ojos son azules, como el mar me dicen. Mi cara es ovalada, nariz chata, y labios carnosos, muy carnosos.
Un joven que asiste regularmente a un gimnasio se siente atraído por uno de sus compañeros de ejercicios. Se pretende quitar la calentura yendo de putas pero termina siendo dervirgado por el culo por un enorme negro.
Un joven siente cómo el hombre que está detrás de él en el autobús comienza a sobarle. Después de un primer escarceo se baja en su parada pero el hombre le sigue y le propone rematar la faena en su casa, donde le entregará su culito virgen en una experiencia encantadora de sexo y placer gay.
Un macho y una hembra amándose en la cama, dulcemente, restregando sus cuerpos y disfrutando de las penetraciones, con una pequeña pizca de dominación.
Después de acechar a su padre en la ducha y de masturbarse con sus calzoncillos, nuestro protagonista se encuentra con el cuerpo de su progenitor en un glorioso 69 que inicia una duradera y tórrida relación.