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Un adolescente se inicia sexualmente en una excitante historia con uno de sus profesores de colegio, el cual siempre habia sido su fantasía

Mi nombre es Fernando, tengo 17 años y era virgen hasta antes de esta experiencia…

El excitante relato que les voy a contar me sucedió la semana pasada.

He estado con esta historia atravesada en mi garganta desde hace días, por eso decidí publicarla aquí….

Hace 4 años me cambié de colegio, la verdad no fue una decisión completamente mía, por lo que en un principio mis ánimos de asistir a clase cada día eran nulos… Por este motivo, pensé que lo mejor que podía hacer era buscar algo interesante que mirar en aquel ambiente nuevo al que me incorporé… fue así como, después de unas pocas clases de Lenguaje comencé a notar que mi profesor de esa asignatura estaba bastante bueno, no estupendamente bien, pero si respondía a mis gustos …. Desde aquel día traté de acercarme a él, pero me fue un poco difícil principalmente por mi “timidez”, sin embargo, conseguí que me ubicara al menos, entre mis compañeros…

Así día a día, lo veía y lo saludaba amablemente, él correspondía mi amabilidad… en clases participaba mucho, para que notara mi presencia…y lo miraba fijo a los ojos cuando hablaba, mis miradas también eran correspondidas…

Por una parte me desalentaba al tener en cuenta que era casado y con hijos, pero cuando lo veía mirando el trasero de algunos compañeros mis fantasías y mis pajas se hacían cada vez más frecuentes…. además debo reconocer que una que otra vez rocé su trasero “sin intención”… al pasar en el pasillo o situaciones similares… me excitaba mucho el tipo…

Así paso el tiempo, uno, dos, tres años hasta que a principios de este año ocurrió algo que influyó de gran manera en lo que acontecería después… Estábamos terminando los exámenes, y todos comenzaron a salir… yo, a propósito me quedé hasta que todos se fueron y quedamos solo él y yo en la sala…

– “Ya, Fernando, me tengo que ir a almorzar, si dependiera de mi me quedaría contigo, pero tengo que trabajar después de almuerzo”, dijo textual… cuando mencionó el “contigo”, me puse muy nervioso, además, estaba el al lado mío, con su paquete frente a mi cara, ese día llevaba unos pantalones de tela, que denotaban un bulto exquisito en el interior… pero lo mejor vendría después…

Ok, le dije, ya terminé, le pasé la prueba disimulando el nerviosismo y me volteé para sacar mi bolso de atrás de la silla, cuando me di vuelta (juro que fue casualidad), le toque el paquete con la palma mi mano, él estaba mirando mi prueba ahí parado, y como me asusté, cerré un poco la mano inconscientemente… en resumen, le apreté el exquisito bulto un buen poco….

Estaba verde, no quería mirarlo a la cara, sin embargo, para mi sorpresa, me miró fijo a los ojos y me dijo riendo: “Jajaja, sin querer sentiste la parte más rica de mi exuberante anatomía”… yo me eché a reír nerviosamente…

Desde ese día y a lo largo de varios meses, sus miradas se hacían más penetrantes, además noté que se acercaba más su cuerpo a mí, su cara se acercaba más a la mía y miraba mis labios cuando le hablaba… ya que su estatura es casi la misma que la mía… sentía su aliento cada vez que me hablaba, era exquisito sentir ese olor a macho, caliente…. ahhhh, pajas y más pajas… todo hasta la semana pasada….

La semana pasada, durante la clase con él, me llamó en privado adelante, porque necesitaba pedirme algo… me habló de su PC que estaba malo que tenía un problema con unos programas, él sabía que yo me manejaba en lo que a ese tipo de problemas se refiere… me pedía que fuese a su casa a arreglar el problema, yo sin pensarlo dos veces acepté de inmediato… tenía presentimientos de lo que pasaría…

Lo esperé al final de la jornada para que me llevara en su auto, como habíamos acordado, por cierto ese día llevaba unos pantalones con unas pinzas que denotaban aún más su hermoso y rico paquete… Muy amablemente me invitó a subir al auto… en el trayecto a su casa me comentó muchas cosas de su vida privada, de lo cansado que estaba ese día, que su esposa estaba de viaje donde su madre con su hijo, que el calor del clima ya lo tenía deshidratado… lo que más me gustó fue cuando habló de la ropa… me contó que le exigían usar esa ropa tan formal, y que no iba con su personalidad… que cuando llegara a la casa, si no me molestaba, se iba a quitar esa ropa tan incómoda para quedar en polera y calzoncillos, como lo hacía habitualmente en días de calor… (Esa última frase me puso caliente a 1000), solo atiné a darle una sonrisa…

Llegamos a su casa… bajamos del auto y me condujo al interior de su casa, específicamente a su dormitorio… donde estaba el PC…lo encendí y me senté en el escritorio, el me ofreció algo de beber, me volteé y se estaba desabrochando la camisa… tenía el pecho con bastante vello, era realmente muy excitante estar solo con él en su dormitorio, y el desvistiéndose poco a poco frente a mi… -Qué prefieres Coke o Sprite??, demoré un poco en responder, estaba mirando su camisa sin abrochar… Sprite, dije, después de un momento… él se rio, creo que notó que estaba desconcentrado mirándolo… dijo, Ok, espérame un momento voy por tu Sprite… dicho esto se volteó, se quitó la camisa y me la lanzó, al momento que me hizo un guiño con sus hermosos ojos azules y se dirigió a la cocina… su camisa estaba sudada, tenía su olor, ese olor que tantas veces sentí al momento de eyacular cuando pensaba en él, la olí , la saboreé , traté de sentir algún tipo de olor en la parte baja de la camisa, en la zona que tocaba su paquete, la tela estaba tibia… quería llevarme a mi casa ese precioso trofeo…

El profesor no tardó en regresar, yo lancé su camisa sobre la cama antes que llegara, disimulando un poco… me pasó el vaso y dijo,… el calor está sofocante aquí (lo que no tenía nada de falso, hacía un calor tremendo)… se comenzó a quitar los zapatos, y me preguntó si tenía mucho calor con el sweater que llevaba… la verdad no me había percatado que aun llevaba el sweater del colegio, le dije que sí, que en realidad tenia calor… se acercó a mí y me quitó la prenda poniéndose tras de la silla donde estaba yo… una vez que lo hizo se comenzó a desabrochar los pantalones (al fin), yo tenía ya una erección gigante, (debo reconocer que comparable a la que tengo en este momento, mientras recuerdo lo que pasó aquel día)

Llevaba un slip gris… pero lo que más recuerdo es su paquete, nunca he visto algo más exquisito, era muy grande, no estaba excitado, se delineaba perfectamente su pene, un tanto delgadito y con una extensión considerable… yo lo miraba descaradamente, a esa altura, me daba lo mismo si el profesor era o no gay, lo que me importaba era cumplir mi fantasía de verlo así, sólo para mí… cuando estaba sólo en slip, me preguntó, a modo de salir del “incómodo” silencio que se produjo – Hará mucho calor como para ponerme camiseta, no es cierto?… sin dudar le asentí… Después se dirigió a su cama y se sentó con las piernas abiertas hacia donde yo estaba, tenía su paquete a menos de un metro, en ese momento, yo di vuelta la silla hacia él (era de esas que se giran)… y nos quedamos mirando un momento, el miraba mis ojos… estaba serio, yo también, lo deseaba sobre todas las cosas en ese momento, miraba su cuerpo, su pene delineado, comenzó a crecer… ya estaba muy duro, se notaba…

– ¿Qué te parece si antes de arreglar el pc, nos vamos a la piscina en mi patio a nadar un rato?, dijo, y al momento me lanzaba una sonrisa de complicidad… éramos cómplices… sólo nos daba miedo dar el paso… sólo faltaba dar ese paso…

– no tengo traje de baño- le dije… -No te preocupes, me imagino que traes ropa interior…quédate en calzoncillos, yo igual me bañaré en esto, para acompañarte- diciendo eso miró el bulto que se notaba en mi pantalón, yo traía mi pene hacia la izquierda arriba, se notaba mucho sobre mis pantalones de colegio… – Quítate la ropa aquí, yo te voy a esperar en la piscina- dijo, saliendo hacia el patio… yo más que rápido me quité el uniforme y traté de disimular mi erección un poco… pero me fue un poco difícil, es que estar ahí, frente a la cama del provocador de tantos orgasmos que me he autopropinado…

Al fin, salí al patio en mis slips blancos… sabía que se transparentarían con el agua… o mejor dicho, anhelaba que se transparentaran… y divisé a mi profe… – ¿Está muy helada el agua, profesor? Le pregunté, tratando de “liberar la tensión”… – Dime “Nicolás”, Fernando, aquí no tienes que tratarme con formalidades… sonrió y agregó, no, el agua esta perfecta… Oye, te quedan muy bien esos calzoncillos, podrías prestármelos para ver cómo se me ven a mí- esa frase me dejó helado, o mejor dicho caliente porque mi bulto empezó a crecer nuevamente, así que me tiré al agua antes que se notara demasiado… comenzamos a jugar en el agua un rato por separado, hasta que él se acercó al lugar donde yo estaba, debe querer que conversemos un poco, pensé… yo estaba sentado de piernas abiertas en la escalera de la piscina , en la esquina de esta, apoyado con mis brazos atrás y sumergido en el agua hasta el ombligo… “Nicolás” seguía acercándose lentamente, yo pensaba “de que le iba a hablar, para no parecer un chico tan tímido”… pero… cuando el profesor llegó a mi lado…

…sumergió su boca inmensamente deliciosa en mis labios, mientras me abrazaba lentamente y su cuerpo se acercaba al mío por entre mis piernas y por primera vez otro pene se acercaba a mi paquete y se apretaba cada vez más contra éste…

Nos besamos unos 2 minutos, su cuerpo quería penetrar trozo a trozo en el mío, me apretaba con todas sus fuerzas, al tiempo que comenzaba a tocarme, yo, tímidamente me adentraba en sus zonas intimas, esas que sólo bajo su consentimiento pueden ser acariciadas y que tanto había deseado…

Salimos del agua, me dijo – Tenemos que poner a secar esos calzoncillos para que te puedas ir con ellos a tu casa después- volvió a sonreír… Me condujo a su dormitorio nuevamente, comenzó a besarme todo el cuerpo, su bulto estaba gigante, y lo sentía, sentía todo su cuerpo, su lengua se perdía en mi… me lamía el paquete por fuera del slip, que mojado, mostraba de todas formas mi pene en su interior, parecíamos dos animales, estábamos verdaderamente como dos perros en vísperas de aparearse… el gritaba, yo también, continuaba haciendo un “simulacro de penetración” por sobre nuestra ropa interior, me lamió completo… entonces se decidió a quitarme la ropa interior con su boca, una vez que lo hizo, arrastro lentamente su lengua desde mis testículos, pasando por mi pene, mi ombligo, mis tetillas, mi cuello, hasta llegar a mi boca, ahí me besó con locura, no hay otra calificación que le pueda dar a ese beso… yo aproveché de tocar sus glúteos, que se movían al ritmo de un fuerte vaivén que me aplastaba, entonces le quité el slip… ahí se puso sobre sus rodillas y me dijo – Nunca lo había hecho con un tipo, solo había visto porno gay por internet, eres mi primera experiencia, y lo estás haciendo genial…- en eso me fijé en su pene, nunca había visto uno ajeno tan de cerca… fui con mi lengua a sus testículos, el continuaba gritando, gritaba muy fuerte, y contraía sus glúteos, fui lamiendo poco a poco el pene desde su base, hasta llegar a la cabeza, tenía un sabor genial, la lamí como lo hago con un caramelo, me excitaban mucho los gritos de Nicolás, deseaba que me penetrara, quería sentir ese trozo de su cuerpo exquisito dentro de mí, se lo dije, el solo sonrió y se fue sobre mi pene… estupendo 69 nos hicimos, estuve a punto de correrme, pero fue ahí cuando paramos, él me llevo al borde de la cama, se bajó de esta, me abrió las piernas, mi ano se convulsionaba al sentir el roce con la cabeza de su pene, se puso crema, y entró en mí, lentamente… sentí perfectamente cuando entro su glande… el tronco me hizo gritar de placer, sentirlo entrar en mí , hubiese deseado que tuviese un pene de 1 metro…

Comenzó a moverse en mi interior, sus testículos se golpeaban en mi ano, era exquisito… ahhh , gritamos, gritamos mucho, en un momento el levantó mi espalda (aún estaba penetrándome), de modo que nuestros pechos estuvieron juntos, se subió a la cama y quedó de rodillas, abrazándome fuerte, de tal forma que me levantaba y dejaba caer sobre su miembro erecto, yo estaba de piernas abiertas sentado de frente a el sobre su pene, el cual estaba dentro de mí a tope… me excitaba mirar su cara, lo besé para sentir su lengua en la mía, poco después comenzó a lamerme el cuello, lo que me calentó muchísimo más de lo que ya estaba, sus ojos estaban blancos de placer… yo, mojé mi pene con la saliva que saque de la boca de Nicolás, para que al apretarlo sobre el abdomen de mi macho pudiese salir y entrar del prepucio…

Ambos saltando sobre la cama, gritando, gimiendo como bestias… terminamos eyaculando casi al mismo tiempo litros de leche caliente, yo sobre su cuerpo, y él, bañando mis entrañas… Lo lamí dejándolo limpio de leche, y él también me lamió para quitarme mi propio semen que quedo en mi abdomen… estuvimos desnudos hasta que fue muy de noche…

Ahora no sé qué va a pasar con él, aun no lo he visto después de nuestra aventura…

¿Qué te ha parecido el relato?


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