El estar rodeado de mujeres como muchos hombres desean a menudo es sinónimo de soledad en el amor, nunca estamos del todo contentos con lo que tenemos.
Me beso, tomo mi pene y me ordenó, vamos a un motel, tuve que obedecer, imaginé ese cuerpo, desnudo, joven y no dije palabra, allá fuimos, saben en este apartado, cuando ven entrar el auto, me mandaron la botella de champagne dulce, que siempre he pedido.
Cuando mi novia me dijo que lo que realmente le gustaba era excitar, debo confesar que me puse celoso. Dejé de tratar el tema y seguimos jugando para terminar haciendo el amor, como siempre.
Se sentó al lado de él, le abrió la bragueta, y agarrando su pene, se lo introdujo en su boca, este, realmente creció, tanto que tuvo que retirarlo, para evitar un ahogo, tenía en sus manos, un aparato impresionante, de aproximadamente 30 cm, y un diámetro que para poder mamarlo le hacía doler las mandíbulas.
Mi novio me da duro. A él no le gusta, pero yo no puedo resistir la tentación de ser un gato. Me encanta coger y sentirme una putita. Me calienta como a una perra que me la metan y hacerlo por diversión, me excita muchísimo.
Desde los quince años siempre tuve fantasías con un hombre, hoy de cincuenta años, que siempre quiso acercarse , siempre nos ayudó, y siempre vi su mirada, ante mi presencia, pero siempre estuvo a un paso, un día subí a su auto, me llevo a mi casa y no intento nada, me sentí frustrada, porque ese día yo estaba con ganas
Una de las veces que miré para el sofá, vi cómo mi prima Pepi, tenía las piernas abiertas y dejaba ver sus muslos y sus bragas, sentí un leve cosquilleo en mis piernas y los pezones se pusieron duros.
Cuando termino de secar su cuerpo, empezó a aplicarse cremas por todo su cuerpo de una manera suave y sensual, luego abrió uno de sus cajones donde creo que lo único que había eran calzones, se probó y midió unos cinco calzones
Todo sucedió en julio del 98 cuando mi esposa y yo fuimos a recoger las llaves de nuestro nuevo hogar, un fraccionamiento recién inaugurado, alejado de la ciudad con grandes áreas verdes, sin contaminación, donde únicamente se respiraba tranquilidad.
El grupo era de los estudiantes de derecho, entre ellos mi novio y una que otra persona de otro programa. Yo acababa de salir de clase, nos habíamos tomado con un amigo una botella de aguardiente en plena mesa redonda.
Una chica cuenta como su primer pretendiente logró no solo que ella se enamorara de él sino liberarla de todos sus prejuicios sexuales que tenía. (Es Real).
Clara tenía 18 años y vivía con sus padres, su hermana Mariana de 19 y su hermano Abel de 20. Sus hermanos siempre la molestaban con esa tendencia que tuvo desde pequeña hacia la religión, siempre dijo que sería monja, que su vocación religiosa estaba por encima de cualquier cosa y ellos se burlaban, no podían entender como Clara prefería quedarse horas y horas en la parroquia antes de estar jugando con sus amiguitas o sus muñecas.
Me llamo Carlos, tengo 33 años y escribo esta historia porque necesito que alguien más, aparte de los protagonistas de la misma, la conozcan, y de paso probar si, al escribirla, puedo aclarar mis ideas y tomar una decisión que pueda ser acertada.
Los relatos que he estado leyendo me hicieron recordar mi primera vez, esta fue mi primera y única aventura, pero vale por cien. Si la memoria no me juega malas pasadas, podré hacer un relato completo, pero todo lo que voy a describir es rigurosamente cierto.