El ardiente sol calentaba las aceras. Los pájaros cantaban en el cielo despejado, y la vida parecía transcurrir con la rutina de la mañana.
Mi hijo le convenció a su esposa para que él me culee y ahora ya lo hacemos sin estar a escondidas…
Héctor era un gigante de un hombre, su piel tostada por el sol y un bigote que le daba un aire de brusca masculinidad.
"¿Cuánto cuesta la puta vida?" Lupita murmuró, sentada en su cama de colchón deshilachado, la luz tenue de su laptop iluminando su rostro preocupado.
Mi novio no rompe el culito a mi amiga y a mi
Memo, recién contratado en la ambiciosa agencia inmobiliaria Mojol, se sentía con una suerte descomunal.
Este capítulo, tampoco forma parte de la primera versión que publicó Pedro casi en su totalidad hace ya algunos años, en este segundo capítulo nuevo, suceden cosas que en mi vida había pensado podría vivir, pero eso se lo dejamos a la narrativa que continua….
En mi pueblo habían fiestas termine el la cama con un desconocido
Fui la puta de tres primos me dieron verga como me gsta
Memo caminaba cansado por la calle, la espalda curvada por la jornada laboral que se alargaba cada vez más. El sol se escondía detrás de los edificios, dibujando sombras que se movían con la vida de la gente que se apresuraba a sus casas.