Una pareja encuentra una forma nueva de compartir su deseo y mezcla lo que están viendo directamente con su propia imaginación.
Esa noche casi no dormí pensando en los detalles: la escena asquerosa de esa prostituta dejándose humillar por algunos billetes, el tamaño del miembro del vecino, su cara y sus pechos brillantes por el semen, la espantosa barriga de mi vecino, su risa odiosa, esa mirada de control y dominación. Nada
Eva decide, con mucha excitación, realizar la primera tarea sexual que le propone el Gurú.
Siguen las peripecias de los maestros de escuela rurales, azotes, sexo, muerte... la vida
Desayunamos tranquilos, y al igual que el día anterior, dejamos a Raquel en su trabajo, indicándole Rosa a Ji-woo, el camino a seguir, comprobando lo buena conductora que era Ji-woo, no tardando nada en llegar a su casa, quedándome de piedra al ver donde vivían… Así terminó el último capítulo…
Noe con cuidado puso su coño en mi boca a la vez que cogiendo con fuerza a Celia del pelo, se morreo con ella, no soltándola, hasta que sintió como me corría, que la llevó a correrse con fuerza en mi boca. -Celia. - ¿Puedo correrme SEÑOR? Así terminó el último capítulo…
Cómo continuaron mis vacaciones familiares.
Después de eso clavo su mirada en mis pechos de nuevo y sonriendo metió la hoja de la navaja por el canal de mis pechos dejando la parte del filo contra la tela, haciendo un movimiento fuerte corto mi sujetador por en medio. Mis pechos dieron un pequeño rebote haciendo que las copas del sujetador ca
— Cielo Riveros, si no te has dado cuenta, tengo la erección más grande que he tenido en muchos años y es gracias a ti y te lo agradezco, ha pasado mucho tiempo desde que se me ponía así y muchos más años desde que alguien me hiciera sentir bien y creo que tu podrías hacer ese último trabajito para
Me anime a tomar con mi mano derecha un miembro duro y venoso, casi de color negro oscuro y con hartos pelos que me amenazaba cerca de mi cara, lo toque y lo sentí caliente y en su cabeza algo brilloso lo que me dio más curiosidad y lo dirigí hacia mi boca que apenas pude abrir porque había un brazo