Tras tres intentos de entrar en mi sin poder, desistió y me sentí aliviada al sentir que dirigía su boca a mi sexo, note su lengua cálida en mi clítoris, algo mucho mejor que mis dedos y empece a humedecerme, su legua frotaba chupaba y empujaba mi clítoris, era muy agradable, me estaba poniendo a cien, estaba muy mojada.
De pronto, en una de las fuertes embestidas, sentí como mi piel y mi cabello se erizaban, como mi cuerpo sudoroso se convulsionaba, como mi coñito se humedecía aún más, como de mi boca salían gritos y gemidos de extremo placer y como un intenso orgasmo recorría mi interior, mientras mordía mis labios y arañaba el culo y la espalda de aquel hombre.
Ella se sacó el vestido,quedando solo cubierta por su tanguita y sus sandalias doradas de tacón y dejando al aire unos senos de bisturí que semejaban los de una veinteañera por su perfecta redondez.
Poco después entró Tamara, que así se llamaba nuestra jefa, iba vestida igual que por la mañana, excepto que llevaba una chaqueta negra que se quitó al entrar. Se sentó en un extremo de la mesa, de espaldas a la pizarra, mientras que nosotros lo hicimos a izquierda y derecha de ella en las esquinas de la mesa.
Después de un rato follando en esta posición Tomás cedió su sitio a Alberto que rápidamente la embistió follándola con fuerza mientras Gonzalo debajo, la agarraba por las caderas tratando de acompasar su ritmo con las embestidas de Alberto, que parecía dispuesto a correrse a toda costa por la velocidad con que se movía lo que no le parecía bien a Lucía, al menos de momento.
Los dos sincronizados empezaron a bombear dentro de mí cuando uno la sacaba de mi coño el otro la hundía hasta las entrañas en mi culo, me sentía desfallecer por el inmenso placer que estaba teniendo, no podría decirles cuantos orgasmos a la vez tuve, pero fueron muchos.
En la reunión que mantenemos los directivos cada semana siempre acabábamos igual, escuchando las fantasmadas de nuestro compañero Gonzalo, el jefe de personal, a quien le gustaba alardear de todo, de una gran casa, de un potente coche y sobretodo de ligoteo, presumiendo de poderse follar a todas las mujeres que se le antojen, siempre haciéndose el machote, con un gran aparato y con una gran capacidad para llevarse a la cama a cualquier hembra que él desee...
Volví a introducir la polla dentro del coño de Verónica y comencé a bombear buscando mi corrida, no podía aguantar más. Mientras metía y sacaba mi polla del coño, que parecía como si la estuviera metiendo en un barreño lleno de líquido espeso y caliente, magreaba sus tetas con ansia.
Se conocían desde pequeños y habían ido a la misma escuela, por ello nunca se había fijado en ella como una chica a conquistar sino como una amiga, a pesar de que era una de las más hermosas y calientes del colegio según comentaban sus amigos que le envidiaban por su relación con ella.
Ella me contestó que estaba encantada de la forma en que la estaba follando y lo que le decía, porque cuando le contaba a su marido lo sucia puta que le hacían considerarse en aquella casa, éste se excitaba enormemente y ayudaba a mantener vivo su matrimonio.
Tras marcharse, vi que Bazir había logrado soltarse y enseguida vi sus intenciones: él también se había dado cuenta que a Judith le gustaba disfrutar a tope con el sexo y ahora quería hacerlo él con ella, así que se quitó la ropa, se acercó a Judith y empezó a sobarle tocándole el culo y las tetas.
¿Me dolerá? El parece que ha notado mis dudas ? Tranquila Rut, una putita como tu ha de saber disfrutar de todo su cuerpo, !y yo te voy a enseñar!- y rápidamente empuja los dos dedos con fuerza haciéndome chillar de placer -¿Por donde quieres que te folle calentorra? -¡Por el culo- oigo alucinada mis palabras, -fóllame por el culo, pero suave, no me hagas daño por favor-.
Mi deseo sexual había hecho, a esas alturas, irrupción plenamente en mí, haciendo que mi pubis se levantara para buscar una todavía mayor penetración de la polla que horadaba mis entrañas, con movimientos lentos y profundos que se hicieron más rápidos al sentir mi pubis buscar una mayor penetración y oír que mis suspiros subían de volumen y mi cuerpo agitarse cada vez más intensamente.
Unos diez minutos estuvo Marta lamiéndome el capullo, golpeándose los labios con mi polla y mirándome a los ojos (que cosa mas linda es que te miren a los ojos cuando te la están chupando) hasta que la inste a que se levantara, se sentara en el sofá, me tomara en brazos y me diera de mamar como a su bebe (creo que ese día la nenita se tuvo que merendar un biberón).
Me vino a pedir trabajo. Ya nos conocíamos de antes. Habíamos trabajado juntos durante unos dos años aproximadamente. Ahora él estaba en el paro desde hacia unos cuatro meses y no encontraba quien lo contratara..
Cuando abrí la puerta el sábado, me quedé asombrada, Elena llevaba un vestido súper ajustado que marcaba su figura y hacía que sus pechos aparecieran aún más grandes de lo que son y para rematarlo su escote era tan grande que casi podía verse su ombligo.
La historia que voy a contar sucedió un Sábado por la noche que decidimos salir a dar una vuelta, pero no nos apetecía ir a la ciudad y nos acercamos a una discoteca cercana donde suelen tener música de baile de salón y aunque no sabemos bailar, nos entretenemos mucho viendo a la gente bailar mientras tomamos unas copas...
Carlos es un chico de piel blanca, como de un metro ochenta centímetros de estatura. Es de cabello ondulado, tiene una boca carnosa y unos ojos café que te cautivan. Es uno de esos tipos que enloquecen a cualquier mujer con solo hablar con ella.
En cuanto tuve oportunidad entré clandestinamente en su despacho y efectivamente, el relato no estaba donde yo lo había dejado. Ya no había vuelta atrás. Mamá sabía que la quería follar. Sabía que estaba loco por ella.
La pedí que se diera la vuelta y se inclinara, me quedo su culito en pompa y la pedí que me dejara probar con su culito, me pidió que tuviera cuidado, para mi también era la primera vez y no sabia como acabaría la cosa.
Me llevo todo ese líquido a mis pezones mojándolos con mi líquido. Llevo mi lengua a uno de mis pezones y le doy lamidas delante de ti, mientras te pajeas ... vuelvo a mojar mis pezones con mi liquido y agarro tu polla tiesa. Me siento sobre ti y te guío para que me la metas muy adentro.
Continuo comiéndole la polla ha Toni yo le iba comiendo el coño hasta que decidimos ir a la habitación que ya una vez allí nos desnudemos Toni y yo y Tina se tumbo en la cama boca arriba y nosotros nos pusimos al lado de ella recorriendo todo su cuerpo.
Yo no dejaba de mirar su cuerpo, el solo llevaba puesto un pequeño calzón que dejaba que se le notase el paquete. No podía sacar de mi cabeza la imagen de Enrique dándole por el culo, no podía dejar de pensar que allí delante de mí tenía una buena polla que llevarme a la boca, pero por otro lado era el padre de mi amigo, y además en cualquier momento podía venir su mujer.
Estaba impresionante, llevaba una camiseta con un señor escote el cual dejaba a la imaginación muy poco dejando incluso a la vista una pequeña sombra de la aureola del pezón lo cual la hacia parecer muy potente...
Tenía los cachetes del culo al rojo debido a los azotes que le habíamos dado. La doctora me dijo que siguiera empujando mientras el cuerpo de Pilar se contorneaba cada vez que recibía un centímetro más de polla, había dejado de gritar pero sin duda lo estaba pasando mal.
Me empezaba a masturbar mirándola, sin imaginar nada, sólo mirando su cuerpo, disfrutando de sus piernas y sus pechos abultados por estar durmiendo de lado. Me corría, lo limpiaba y me iba a la cama feliz.
Fuimos todos a cenar, y a las 11:00 más o menos, nos decidimos a dar una vuelta por los bares de la zona para tomarnos unas copitas, y así lo hicimos; pero la diversión con las amigas duró poco, porque a las 1:30 tenían que estar en casa para fichar...
Yo deseaba follarla, era el deseo de todos los hombres de la empresa, así que aprovechando que estaba mamando la polla a Juan me coloqué detrás de ella y se la hundí en su coño.
Y sin mas, empezó a pasar una rasuradora eléctrica por el pecho. Resultaba agradable, así que cerré los ojos y me relajé. La máquina avanzaba a buen ritmo, de modo que enseguida pasó a limpiar el vientre. Luego me pidió que levantara los brazos y se concentró en los sobacos. Antes de que me diera cuenta, ya estaba atacando el vello del pubis.
Empezó el mete saca lento pero metiéndomela hasta donde yo pensaba que no se podía llegar. Realmente el tenía que estar haciéndose daño. El dolor era tremendo, le supliqué que parara, pero Alex le jaleaba y me insultaba. Creo que Jose consiguió meterme toda su polla entera en el culo. Alex se subió a la cama sin dejar de meneársela y justo antes de correrse apuntó a mi cara dejándome perdido.
Te diste cuenta que uno de ellos tenia una polla enorme y le dijiste que me la metiese por el culo, mientras otro me la metía por el coño, yo sabia como tenia el chico la polla porque ya la había tenido en mi coño y pensaba que no me cabria en el culo.
Puesto que mi esposo no estaba de viaje le dije que volvíamos a tener una cena pero en lugar de departamento era con un reducido número, a él no le extraño pues estas cenas de 'petit comité' eran habituales y lo único que hizo fue decirme que no volviera tarde pues al día siguiente debía madrugar.