Fue genial inclusive se escucho un ruidito como el de una sopapa que me excito muchísimo. Pero ahora el negro se imponía y quería cogerme del todo, fue ahí que le pedí que sacara su pedazo y como un verdadero profesional así lo hizo; pero le pedí que ahora lo entre y saque varias veces pero no más que su cabezota y sin acabar.
Yo solo quería que me den más y les pedí que me culeen entre ambos. Se acostaron en la cama cada uno a un costado mío y me puse de rodillas en la cama, y se las chupaba alternadamente, dejándoles ver mi culo mientras lo hacía.
En la estación del metro abordamos un taxi y nos dirigimos a recoger el coche que estaba en el taller mecánico y en el camino le dije que estuviera atento para cuando lograra llevar a los mecánicos al cuarto de herramientas entrara y me diera por el culo, su cara se ruborizo y pose mi mano en su pantalón sintiendo la reacción en su pene...
Introduje un dedo allí para palpar la situación y vi como esa vagina es estrecha en su entrada y luego se agranda por dentro, recordé una vez que me había metido un dedo en el culito mio, entonces la lubrique un poco con saliva aunque no chupe nada porque estaba con algo de sangrecilla, y luego pude meter ese miembro dentro pero solo pude hasta la parte donde se agranda porque fue imposible introducir semejante bulbo en la pequeña entrada.
Después de acariciar los pechos tiró de los pezones con fuerza lo cual hizo gritar a la mujer y retorcerse en el columpio.. El negro no hizo caso y continuó con sus toqueteos.
Llevaba seis meses sin mi novia, me dejó por otro, y los calentones ya no tenían bastante con mis masturbaciones diarias, necesitaba sexo, y sexo del bueno, por lo que cansado de recibir calabazas recurrí al periódico.
Legamos al taller de los Colombianos, que por cierto por eso me gustaba por que los mecánicos eran colombianos, y salude me llevaron al auto informándome que estaba sincronizado y con los aceites nuevos. Mire a los dos que me decían de el estado de mi auto y les dije: Bueno y yo también necesito que me midan el aceite..uhmmm, me miraron sonrientes y me dijeron: y ese que esta ahí no es su marido, yo les dije que no importaba que el participaría, se miraron sorprendidos y mirando a mi alrededor que nadie me viera les toque sus miembros y camine hacia el cuarto de herramientas.
Aunque nada parecía haber cambiado en nuestras relaciones sexuales, yo estaba algo confundido, por lo que mi fogosidad había decaído algo. No podía evitar pensar en María, supongo que porque tuvimos un sexo desatado y prohibido o porque ella era mi criada o porque María me dio cosas que Nuria no me permitía, como practicarlo sin preservativo o como el sexo oral que tanto asco le produce a Nuria.
Se la empezó a meter despacio y cuando el negro sitió que entró la cabeza le dio un empujón que le metió casi la mitad. Mónica gritó en señal de dolor y yo le dije al negro que no la lastimara. Después ella sola se empezó a mover poco a poco. Cuando le entró más o menos la mitad, llamó al otro, para que la penetrara por la vagina. En ese momento empezó a gritar como nunca.
El marido pone un anuncio en internet buscando voluntarios para cepillarse a su esposa, tendiéndola una trampa, de todos los que contestan elige a un negrazo jamaicano y le concierta una cita a ciegas a su mujer.
Nos dirigimos al dormitorio. Habíamos convenido poner un vídeo porno para ayudarme a ponerme en condiciones. Nos echamos sobre la cama; yo me había quitado los pantalones y la camisa, pero no los calzoncillos. Sólo era capaz de mirar la televisión: una rubia y una morena se tiraban a un negro bien dotado en la playa, sobre una toalla.
Un joven que asiste regularmente a un gimnasio se siente atraído por uno de sus compañeros de ejercicios. Se pretende quitar la calentura yendo de putas pero termina siendo dervirgado por el culo por un enorme negro.
Una mujer tiene tres fantasías y, en parte gracias a su marido, puede cumplirlas las tres: en un burdel y con un negrazo que maneja un instrumento impresionante. Al día siguiente su primer encuentro ella decide que quiere a ese negro y su instrumento siempre cerca.