Le di la vuelta a la silla y le ordené poner las manos tras el respaldo. Azoté sus pechos hasta tornarlos de un bonito color carmesí. Macarena gemía y me miraba con los ojos saltones. Su sexo destilaba jugos, pues brillaba como una estrella. Alba permanecía callada y sentada en su silla. Acerqué mi
Apenas la besé, note que ella abría su boca, invitando a mi lengua a jugar con la suya, y así fue, nuestras lenguas se entrelazaron al ritmo de nuestra pasión.
Finalmente, volvió a mi entrada y entró lento muy lento. Creí morir y me deshice en flujo. Noté esa potente polla abrir mis carnes rozando contra mis paredes y llenándome entera. Algo le hizo parar, paró, salió un poco y volvió a entrar, así estuvo un buen rato, volviéndome loca, matándome de placer
Ángel dio la vuelta a la mujer y llevando el consolador a la máxima potencia, se lo acercó al clítoris. La mujer gimió y se apretó contra él, notando su erección entre los cachetes de su culo. Ángel lentamente fue introduciendo el consolador a la máxima potencia dentro de la mujer, está gimió.
Ángel recogió su bogavante y se sentó en uno de los bancos que aún estaban vacíos. A los pocos minutos una pareja se sentó a su lado, le saludaron en un francés un poco raro y se aplicaron en su comida. La mujer le dijo a su marido que estaba muy bueno el bogavante. Eran españoles, por lo que Ángel
Estafaría y Agustín son un matrimonio que a raíz de firmar un contrato a perdido la moral y se han entregado al deseo. despertando otros que estaban ocultos al igual que sus fantasías y morbo
Se precisa mujer seria y respetable, para experiencia poco habitual. Debe ser atractiva y tener entre 30 y 40 años. Preferiblemente morena, con un mínimo de 1,65 de altura y una talla de pecho superior a la 95, cintura estrecha, buenas caderas y muchas ganas de experimentar
Antes de continuar, cumplo con otro consejo, y es el de advertirles a todos que esta serie de relatos puede resultar demasiado cruda.
Y les puedo Asegurar que es TOTALMENTE REAL…
(Sin un punto ni una coma de más)
Aquí va:
El tiró el jabón al suelo (de gusto) y yo me agache a recogerlo, apoyó sensiblemente su polla en mi culo e hizo un leve empujón para demostrarme lo que iba a suceder mas adelante. Me di vuelta y agarre la polla y la pelé.