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Encuentro por Internet

Debo reconocer que la primera impresión fue satisfactoria, solamente que era Alberto quien llevaba adelante la primera relación, mientras tomábamos el café, si bien tuve ocasión en algún momento de introducir a la charla, el tema del dinero a recibir por cogérmelo, no me anime y me pareció un tanto fuera de lugar de acuerdo al nivel de la charla, deje pasar la oportunidad, de cualquier forma entendía que no habría problemas, una vez en su casa y con el viejo caliente por recibir mi pija en su culo.

Internet

Esta historia comienza con unos contactos entre Carlos y Juan a través del correo electrónico. Ellos dos compartían el mismo tipo de fantasías sobre sus esposas, y cosas de la vida, acabaron descubriendo que sus respectivas mujeres eran muy similares en cuanto a sus actitudes y gustos sexuales.

Recibió el castigo de su novio a distancia mediante un ordenador con webcam por internet

Mire a mi novio, y se reía, me intente ir, pero no me dejo, oí al profesor saludándome, y me pidió que no me fuese, al momento le vi levantar ala mujer, era una chica joven de unos 25 o 30 años, iba vestida como yo mas o menos, y se giro siguiendo las ordenes del profesor, tomo la postura que yo había adoptado para recibir los azotes

El gallego

Nuestra amiga Cristina nos dijo que era un chico normal, que como amante bien, pero lo sentía un poco tímido, que no se soltaba, enseguida pensé que los años le habían pesado, ella tiene 23 años, es una potra y lo debe haber exprimido.

Cybernovios

Nos acostamos en la cama y baje sus pantalones que traía la verdad es que tenia unas hermosas piernas, y no me espere mucho para bajar sus bragas dejándome ver a Ana en todo su esplendor estaba delicioso era bellísima ella también me quito la ropa rápidamente.

Ginna I: pasión vía internet

Abrió los ojos y se vio reflejada en el espejo con las piernas completamente abiertas y en el aire mientras sus dedos entraban y salían de su interior a un ritmo frenético y sus senos eran apretados con desesperación y sus dientes apretados y su cuerpo sudoroso y sus ojos desorbitados por el éxtasis que estaba viviendo.

A través de la red

Al poco, apareció Alberto con un albornoz y me dijo que le siguiera. Me condujo a su habitación. Estaba a oscuras y cuando acostumbré mi vista a la penumbra, pude ver la silueta de ella recortada sobre la cama. Llevaba un pequeño jersey de angora y unas braguitas blancas. Él se quitó el albornoz, se acercó a la cama, empezaron a besarse y me indico que me desvistiera.