Como sea fue que pasé el desconcertante momento de estar hablando con el hombre que apenas minutos antes había estado gozándose a mi mujer, y mientras explicaba sus planes de promoción, intentaba apartar mi vista de aquellas manos que había visto paseando por todo su cuerpo y despojándola de su prenda más íntima para ofrecerle la mejor tarde de sexo que ella hubiera jamás soñado siquiera tener.
Lo veía a diario y jamás imaginé que pudiéramos coincidir en una cama. Gracias a que su esposa estaba embarazada logré saborear al guardia del edificio de oficinas.
Les voy a contar una historia verdadera. Me llamo Ramón. Tengo 33 años. Tengo dos compañera de trabajo. Ambas creo que tienen unos 24 años. Las dos son muy atractivas. Miriam es rubia, de ojos verdes y con un cuerpo parecido al de Britney Spears.
Entonces terminamos de preparar el desayuno y subimos para unirnos a Laura, al llegar la desperté diciéndole que estaba lista su lechita caliente, entonces me subí sobre ella y poniendo mi concha en su boca la abrí un poco y cayó en su boca parte de la leche que Alberto acababa de echar en mí, ella la tragó con gusto y nos dijo que parecía que habíamos empezado temprano.
Les quiero contar algo más actual, de hace un par de años más o menos: Salía con varios tipos, incluso con uno estaba medio como de novia; y tenía un trabajo nuevo desde hacía algunos meses, allí, como en todos lados había hombres disponibles, pero ya no me faltaba con quien coger, más bien me sobraba.
Comencé buscando con amigos, preguntando a todas las personas conocidas pero nada, así que después de un mes y luego de estar mas desesperada por nuestra situación, decidí buscar en Internet a ver que conseguía
Entonces empecé a pensar, lo cierto es que una buena pregunta. No tenia secretaria, y una me ayudaría bastante con mi trabajo. Porque no habría pensado antes en esta solución. Y si encima era Sofía, una chica que ya conozco, atractiva, trabajadora y con ese escote que me estaba poniendo cada vez más nervioso.
Esa delicia carnosa y juvenil. Eufórico levanté a Tania de mí y me puse a lamerle el coño a la rusa. Y Mónica se puso a hacer lo mismo. Que gozo me produjo ver a la puta sonriendo por el placer que le estábamos dando con nuestras lenguas al mismo tiempo.
Me vino a pedir trabajo. Ya nos conocíamos de antes. Habíamos trabajado juntos durante unos dos años aproximadamente. Ahora él estaba en el paro desde hacia unos cuatro meses y no encontraba quien lo contratara..
Al respirar profundo, me sentía bien, verdaderamente en paz, había dejado atrás la relación con mi hermano, el estaba en España con su mujer y yo encontrada con mi cuerpo, si bien no era una máquina de sexo, mis cosas tenía.
"Mi padre me prohibía llegar a casa después de las diez, justo a las diez que es cuando empezaba la gente a ser divertida.... Recordé aquella carta que mi padre me descubrió cuando yo tenía 14 años, (era una carta de amor, sin maldad), recordaba sus guantazos en mi cara, sus gritos, y las discusiones que tuvo con mi madre reprochándole que ella me había educado muy mal y que ella era la culpable... Y todo, por una simple carta..."
Yo por mi parte continuaba explorando su cuerpo y seguí desnudándola, le quite la falda y pude mirar nuevamente ese par de piernas que tiene, y vi esa hermosa cuca a través de sus pantys, llena de bellos, así como a mí me gusta, por la posición en que estábamos podía observar su magnifico culo, el cual me dedique a sobar mientras ella me daba una mamada sensacional.
Gemía y gemía, al paso de los minutos su vestido se encontraba en el piso y ella solo con su sostén y una tanguita que le hacia juego al atuendo, comencé a besarla desde su rostro, sus oídos, su cuello, sus hombros, mientras mis manos no cesaban de acariciar ese hermoso trasero que tanto me había vuelto loco y que eran motivo de mis mas fervientes fantasías y ahora estaban ahí a mi alcance
Por mi parte, yo se lo metía y lo sacaba casi todo para volvérselo a meter fuertemente, ya que era algo que a ella le gustaba mucho, solo hacia constantemente hasta que sentí que se tensaba en mis brazos y apretaba fuertemente sus piernas llegando a un nuevo orgasmo, que al igual que los anteriores, eran largos y deliciosamente fuerte.
Ya desnudos, mamé su verga, cuando la sentí bien rígida, lo monté, mi lubricada vagina por los flujos ya incentivados por sus manos, me dejo "como haciendo cosquillas en la garganta" acabó dentro mío, en un sofá blanco de cuero, era un día perfecto.
Desde aquel memorable polvazo en el parking, después de meses practicando cibersexo por chat en el trabajo, no habíamos vuelto a tener contacto físico, y sinceramente, lo echaba de menos.
Mi cuerpo daba espasmos mientras ella seguía liada con mi sexo, no podía aguantar más y me corrí por segunda vez era increíble, me estaba haciendo sentir como nunca me había sentido en el tema del sexo, era fascinante.
Hasta este momento ella no había pronunciado ni un sola palabra. La habitación contaba con un jacuzzi a un lado de la cama, me levanté toma la botella de champaña y le pedí que se metiera conmigo me pidió que la esperara un poco se levantó fue al baño y tomó una rápida ducha regresó y se metió al jacuzzi tomamos unos copas más y la comencé a besar y su respuesta fue más apasionada que al principio, ya había perdido un poco la pena de saber que estaba siendo infiel.