No podía creer lo que estabas haciendo con mi esposa, le estabas dando la cogida de su vida. Cada vez más fuerte le dabas... tanto que venciste su resistencia y paso de estar en 4 a caerse en la cama acostada, con vos arriba de ella, pero sin sacársela ni un segundo.
Vivian, a partir de este momento puedes hacer lo que tú quieras con mi pito… Sin separarme de sus manos la comencé a desnudar, bajé su pants, sus shorts y su panti, en su pubis no tenía más que pelusa la vista era increíble su vientre de niña aún, plano y jamás explorado, el olor de su sexo es
Estaba haciéndole una paja turca a mi compadre, en mi propia casa, y a escasos metros de donde estaba durmiendo mi marido en ese momento. Era todo una locura total, su pija entraba y salía entre mis enormes tetas, y era lo suficientemente grande como para no perderse en el medio, y eso me encantaba.
Mi tío me chupó el pene por primera vez en mi vida porque según él eso me haría crecer el pene .
Hola, me llamo Daniela, esto es 100% real, solo los nombres son falsos excepto el mío, empezare describiéndome, soy chaparrita de 1.60 de cabello negro con piel clarita
Como les comente en la Introducción, hubo hechos en mi vida de lo que no me siento orgullosa, pero no me arrepiento, este relato fue mi primera infidelidad a mi novio, Alan un muchacho demasiado encantador y pícaro, me hizo dudar a días de mi boda y finalmente termine cayendo en sus manos….
La víspera del cumpleaños de Baby, Zarai y Pablo la invitaron a celebrar temprano, sabiendo que el día oficial lo pasaría con su familia. A sus 28 años, Baby estaba radiante, con el morbo de los encuentros previos ardiendo en su piel.
La noche que queríamos se dió un día cualquiera y fue algo casi inexplicable
Era finales de julio, y el calor del verano parecía reflejarse en la pantalla de tu móvil cuando Baby te soltó la bomba: Zarai, la chica de esa pareja con la que habíais conectado tan bien, le había enviado una foto explícita de un trío con un mensaje claro: "Tú y yo para cuándo".
Los días después del trío fueron un torbellino de deseo para Baby. Cada llamada con Davit, desde España, era un juego de provocaciones que la dejaba jadeando, sus manos deslizándose entre sus piernas sin control.