Este relato es verdadero, y la verdad es que solo en pensarlo, me pone a cien, yo tengo un amigo, con el que siempre vas a jugar y esas cosas, de esos amigos de clase vamos, y ya desde pequeños nos conocemos, salíamos de clase e íbamos a jugar a casa de uno a la de otro
Como cualquier hombre ante su primer sujetador tuvo sus problemas para poder desabrocharlo. Recordaba claramente como se desataba un sujetador por los juegos inocentes que practicaba con su madre en su tierna infancia, pero los nervios le traicionaban.
A mi me han gustado siempre las mujeres maduras y ésta, aunque estaba un poco rellenita (No gorda) siempre me había llamado la atención cuando la veía por el pueblo porque pese a su edad era muy guapa.
De como cruelmente experimente con mis hijas y las convertí en mis esclavas sexuales.
Él me preguntó que si yo tenía fantasías sexuales y que cuáles eran, no me atreví a contarle y le hice la misma pregunta, y me dijo que tenía varios meses pensando que le gustaría ver como me cogía otro hombre; de momento me quedé atónita porque siempre había sido muy celoso y pensé que sólo me estaba tratando de sacar mis sueños eróticos.
Quedamos de acuerdo y ellas se fueron pero mientras tanto me masturbe como loco de la imagen que tenía en la cabeza de la imagen del gran sexo de mi tía.
Me llamo Miguel ángel, soy gay, aunque en mi familia no saben nada de mis gustos sexuales, o al menos eso creo. Estando de visita en Bogotá, acudí a una sala gay, donde además de sauna, cuarto oscuro, etc. Aquel día había un espectáculo de estriptis, del que fui algo más que un simple espectador.
Así comenzó mi historia con Marina, la sensual mujer hermosa con la que se casó con mi padre, que me crió como a un hijo y que me enseño todos los secretos sexo y el placer.
Salido y caliente como estaba, aquel sábado vuelvo a la taberna de Bernardino, donde vuelvo a ser enculado por el tabernero y su amigo.
Luego de 10 meses desde que mi esposa me confeso que ella me había hecho cornudo y ya habiéndome contado algo de su historia con su excompañero me sorprendió un domingo cualquiera en la noche: