El camarero se puso delante de Melisa y con gran suavidad le acarició los pezones. Melisa abrió su boca y gimió. Le acarició su polla sobre los pantalones, dándole un pequeño mordisquito. el camero apretó uno de sus pezones y dándose la vuelta, partió hacia la cocina.
Mi sirvienta me llevó para ser usada. No lo dudé un segundo, me arrodillé entre sus piernas y me rendí ante esa polla, adorándola con mi lengua y con mi boca. Empecé lamiendo esos gordos huevos que se aventuraban bien cargados.
Ángel cerró la puerta del hostal poniendo un cartel donde se leía un número de teléfono, por si querían acceder al hostal. Se encaminó hacia el bar, preparó el whisky y una botellita de agua y procedió a subir a la habitación trescientos trece.
Hace una semana me vi con mi señor, quedamos en su casa, cuando entre le bese y el me dió un azote
Clara, una mujer cercana a los 50, busca revitalizar su vida y matrimonio en el gimnasio. Su joven entrenador, si sobrino Alejandro, despierta en ella un deseo prohibido que la lleva a explorar fantasías lascivas y sumisas, transformando su rutina en una pecaminosa aventura que desafía todo límite.
Lucas, un chaval tímido, no tiene ni idea de lo que le espera con Marisa, su vecina madura que sabe lo que quiere. Y lo tiene claro: Lucas será suyo.
Comenzamos mis amigas y yo usando a usar un juguete para adultos.
Sexo familiar una experiencia incomparable e inimaginable.
Tras varios meses sin que mi señor me folle, no os imagináis las ganas que tengo de que por fin vuelva hacerlo.
Mis amigas y yo nos masturbamos juntas viendo porno.