Su boca se entreabrió, dejando asomar el formidable par de colmillos, ahora sí listos para el ataque. Su verga también estaba lista, buscando acomodo entre las apetecibles nalgas del muchacho. Los colmillos buscaron la nuca del chico, y un poco más abajo, hacia un lado, el cuello blanco y suave lo esperaba.
Un día en el colegio nos mandaron a hacer un trabajo de investigación bastante largo, y como era de costumbre lo realizaría con mi mejor amigo, como el trabajo era muy largo decidí quedarme en su casa por 2 días para ahorrar tiempo.
Había decidido pasar las vacaciones en un pueblecito de la costa catalana, Tossa de Mar, para estar relajada y pensar en los acontecimientos vividos últimamente. Alquilé un apartamento que estaba a pocos metros de la playa.
Soy un chico de 18 años al cual la han gustado las mujeres toda la vida, aunque siempre me gustaron también los chicos, y la idea de mantener relaciones con otro hombre no paraba de rondarme la cabeza desde hacía ya cosas de un año, cuando pusieron internet en mi casa y podía ver fotos y leer relatos eróticos escritos por gays.
El aniversario mas inolvidable de mi vida se dio en la Florida.
Caminando sin rumbo fijo por el boulevard llegué sin pensarlo al parque "Los Cedros" y es ahí cuando comienza mi historia...
La adolescencia, esa edad inocente para descubrir y descubrirse.
Chiara está de cumpleaños y Julio César le prepara un obsequio que ella nunca verá pero sin duda disfrutará.
Muchos no sabrán que en nuestra ciudad hace muy poco tiempo se han abierto salas de cine porno lo que ha provocado una nueva oportunidad para cambiar nuestras conductas sexuales.
A partir de ese momento empecé a observar lo que hacían mis padres todas las noches, follaban a veces en el sofá en la cocina donde quisieran siempre esperaban que me durmiera (y yo me hacía la dormida cada día ) cuando creían que me había dormido empezaban sus juegos.