Últimos relatos gay:

La dama de negro

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Llegó el momento que tuve a mi vista todo lo que su vestido había ocultado y ahora dejaba libre. Una espalda lisa, tersa, de una piel dulce, como esculpida en pulido jade. Tan solo un sujetador, por la apariencia casi nuevo, blanco, de fino encaje, con pequeñas puntillas, quebrantaba este bello paisaje que sólo yo, podía contemplar.

Mi pequeña Ariana

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Noté que se corría porque un líquido pegajoso salió de sus piernecitas y me mojó los huevos, así que la saqué antes de correrme yo, y con rapidez la cogí por la cintura para voltearla y colocarla dócilmente a cuatro patas sobre la cama, con la tripita encima de las almohadas.

Breve historia del condón

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El uso de fundas para el pene fabricadas con diversidad de materiales tales como lienzo, calabaza, cuero, seda, papel aceitado, vejiga de pez o carey, ha sido conocido en numerosas sociedades desde la antigüedad más remota.

Buenos amigos

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La risa y las burlas empezaron a meterse en el juego. Luis preguntó si ya que estábamos todos desnudos el juego había terminado. De inmediato dije que sólo los cobardes abandonaban un juego. Y José preguntó entonces, cómo seguir. Yo, me animé a instarlos a más.

La tía incestuosa y sus sobrinos

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No sé como sucedió pero él apoyó su cabeza en mis tetas y comenzó a chuparme un pezón con deleite, haciendo que un escalofrió recorriera mi espina dorsal produciéndome una sensación indescriptible en mi vagina, hasta que inesperadamente una húmeda cascada de flujo me confirmo que estaba disfrutando de un superorgasmo fabuloso y gratificante.

Clases de inglés

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Comenzó a hablar en inglés y me señaló sus piernas. Yo estaba de rodillas parado frente a ella, con las bragas rojas puestas, sin saber que hacer hasta que Lady Marina me asió fuertemente del pelo y me introdujo la cara entre los muslos de Natalia.

Mis recuerdos de la selva

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Estaba algo incómodo, pero me inclinaba y lamía desesperado por liberarla de los calzoncillos, luego los bajaba y se los quitaba y yo me metía su gorda tranca en la boca, así inclinado con el pantalón en los muslos y él sobándome el culo mientras tenia su pene en mi boca.

Esta historia no es lo que parece

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Me corría y allí se quedaba, fláccida hasta que otra vez, y otra…. Mientras gritaba presa de un orgasmo anal, la recomendé que se dedicara a la prostitución, que tenia futuro… Aunque no creo que me oyera con los gritos que pegaba.