Es la primera vez que me doy el tiempo para escribir un relato, les contaré cómo es que nació uno de mis primeros fetiches que es el gusto por los pies femeninos.
Contaré a detalle las cosas interesantes que he encontrado en el cuarto de mi hermana.
En la oficina están prohibidos los romances, pero en ningún lado especifica que no se pueda tener sexo.
Mi señor me mandó ponerme de rodillas en el suelo, él se sentó en el borde de la cama.
Mi hijo me llevó de vacaciones y tuvimos nuestra primera relación sexual.
Lo primero fue darnos un largo y sentido abrazo, sentir sus tetas presionando mi pecho me erizo la piel. Te extrañe le dije mientras la besaba en la mejilla, sus manos me tomaron de la nuca y me miró detenidamente a los ojos, en lo profundo de su mirada sentí que lo que estaba por pasar...
El embarazo dispara la líbido de Rosa. Las atenciones que no recibe de su marido las obtiene de su hermana.
Aún sigue siendo de las experiencias más calientes que tuve, y siempre espero poder volver a cruzármelo.
Tímidamente acerqué mi mano a tu pierna y la posé en tu rodilla. Te miré a los ojos y no vi signos de evitar el roce. Por lo que, seguí ascendiendo por tu pierna, por el interior de tus muslos.
En el fondo la situación le había excitado, eso de cumplir órdenes la estaba poniendo, nunca se había sentido así. Muy bien, toma esto y ve haciéndoles pasar por orden. Unsinn fue llamando a las/los candidatos a la vez que con una sonrisa se dirigía a su nuevo jefe.