Era una mujer de unos cincuenta años, que deseaba tener sexo oral, acepte, quedamos en vernos al día siguiente en un hotel. Me dejo su numero de telefono por si surge algún problema, recién terminado de hablar con ella, recibí una segunda llamada, esta era de una chica joven, que decía buscaba su primera experiencia.
Me volqué de espaldas y mientras el besaba mis testículos y me cogía con los dedos, un placer infinito me abrazaba desde mis pies a mi nuca… logré acabar sintiendo una fuerza tremenda en mi eyaculación que los chorros de leche saltaron hasta mi cara, mi pelo…
Me volví a mi cuarto, me quité la bata, apagué las luces y me volví a acostar. Pasaron horas hasta que entró mi madre con una bandeja con comida. Encendió la luz, y vi que eran las ocho de la tarde. Puso la bandeja en una mesita, me levanté y mientras yo comía me hablaba.
Me volví a mi cuarto, me quité la bata, apagué las luces y me volví a acostar. Pasaron horas hasta que entró mi madre con una bandeja con comida. Encendió la luz, y vi que eran las ocho de la tarde. Puso la bandeja en una mesita, me levanté y mientras yo comía me hablaba.
¿Alguna vez han oído decir que cuando estás a punto de morir te pasa toda tu vida por delante? Pues no es el único momento... El otro día mi novia me dijo: -Cariño, no me viene la regla...
Era la primera vez que me entregaría a un chico joven, nunca lo hubiese creído, casi podría ser mi hijo, pero no estaba con ganas de que avanzara algún miedo. Nos desnudamos rápido, recordando mis aventuras juveniles, donde no esperábamos mucho para cupular una y otro vez.
La volví a vestir con la misma bombacha, el mismo pantaloncito y el mismo top, la llevé a la pieza y comenzamos nuestro acto de amor, la desnude completamente y ella hizo lo mismo conmigo, sacándome cada prenda como si fuera una experta en el arte del streap.
Le hice saber que me iba a derramar y me dio algo de pena con ella. Luisa como que tampoco estaba muy decidida a tragarse mi semen, por lo que me puse de pie y me acerqué al lavamanos, expulsando todo lo que tenía en mis testículos que, según pude comprobar, era bastante.
Mary se disculpó por no estar arreglada cuando llegó y quería compensarlo, además haría todo lo posible por levantar al monstruo y verlo de pie. JR le dijo que ya lo estaba logrando, entonces ella se agacho para servirle otro vodka y le puso casi en la cara todo su culo desnudo tapado solo por un hilo dental. Mi monstruo ya estaba totalmente parado.
Y nos casamos, porque ella insistió en ello porque así no tendría que esconderse tanto para sus viajes a la capital, tendría coartada porque al único que se suponía que tendría que darle explicaciones, a mí, no se las iba a dar obviamente.