Posiblemente la tediosa vida de ama de casas, no nos da suficiente satisfacción, todos los días la misma rutina, atender al resto de la familia, y a veces se encuentran momentos muy placenteros que no teníamos presente.
¿Recuerdan los condones y el lubricante del relato anterior?
Aventura con mi nuevo vibrador con succionador de clítoris.
Creí que irme de maestra rural, me daría independencia, en parte la obtuve, pero pagué un precio bastante caro.
Un día encontré una oferta en Amazon, así que me creé una cuenta falsa y finalmente me decidí a comprar mi primer vibrador.
- ¿No van a molestarnos hasta que los llames? -asintió- y a que esperas VACA, desnúdate.
Le cambio la cara, pero no dijo nada, temblando se puso de pie y como en su despacho, se desnudó…
Así terminó el último capítulo…
Desde muy joven siempre tuve mucha curiosidad en todo lo relacionado con la sexualidad.
Acompañé a mi hermana al vestidor y aproveché para ir a hacer pipí en el baño de al lado, cuando una idea rumiante que tengo muy frecuente llego a mi cabeza. ¡Exhibicionismo! Pero dije: ¿aquí? ¿Hoy? ¿Cómo lo haría? ¿Será seguro hacerlo? En mi cabeza daba vueltas esa idea y no se iba.
Me puse en una situación de exhibicionismo muy caliente
En un amanecer soleado de 1625 en un gran castillo junto al mar, la hermosa Bella con su elegante vestido celeste sonreía de felicidad ya que dentro de unas horas era su casamiento con el príncipe Felipe IV.