Me dejé caer en la cama y abrazándolas a las dos nos quedamos dormidos. No sé el tiempo que nos quedamos traspuestos, hasta que sentimos una voz en el salón que no podía ser otro que Luis. Así terminó el último capítulo…
Coloqué con mimo las almohadas en la cama, tumbando a la loba sobre su cintura encima de ellas, esto le hacía tener el sexo más alto, la verdad es que ya no era un chaval y necesitaba todos los trucos, para ayudarme en la penetración. Asiéndola por las caderas, la fui penetrando muy lentamente
Fátima a que esperas FURCIA de mil DEMONIOS. Esas palabras me excitaban, y más cuando miré expectante a Elena, esperando su reacción… Así terminó el último capítulo…
y agarrándole la cabeza se apartó la braga y le puso el coño en la boca, y aunque tardó en reaccionar, Che sacó su lengua y… Así terminó el último capítulo…
-Y ahora vamos a hablar, y que nadie, nadie, -esto lo dije mirando a MI PERRA Merche-, me interrumpa hasta que yo acabe…
Así terminó el último capítulo…
Andrés entendió a la primera y depositando en sus dedos gran cantidad de saliva, lo llevó al ano de Elena e introdujo lentamente te su dedo. Elena gemía a la vez que me apretaba contra ella. Andrés empezó un mete y saca muy rápido lo que hizo que elena gritara. Tranquilo chaval, más despacio
Marta se estaba volviendo loca, esa lengua y ese dedo la tenían loca al borde de un gran orgasmo que le llegó sin remisión, explotó en el centro de su sexo y le llevó a pegar con todas sus fuerzas su cabeza a la boca de Pablo
Isabella no pudo menos que fijarse en la polla del hombre que nuevamente estaba dura y esta vez apuntaba hacia el cielo. Su entrepierna volvió a inundarse y una gotita resbalaba ligeramente entre sus piernas. Se subió sobre el camastro y esta vez procedió a introducir esa dura polla con lentitud.
¿Qué harías tú si un buen día te enviara una foto una chica a la que apenas conoces, sabiendo que tiene novio, tumbada en el sofá con una expresión y postura insinuantes y un cuerpo que quita el hipo?
Un joven termina sus estudios universitarios, así que había llegado el momento de dejar la residencia estudiantil y volver a casa con su madre. Pero lo que el ignoraba era que la convivencia con su madre no iba a ser igual que cuando era un niño.
El verano azotaba con su sofocante calor, pero no era tan caliente como el universo de perversión y lujuria que habían creado Claudia y Manuel y que estaba a punto de hacerse más grande... y más frágil.
Dio un salto de la cama y se puso de rodillas con el culo apoyado en sus talones. La PERRA de Rocío estaba muerta, no tenía fuerzas ni para hablar, solo sonreía. Yo me tumbé a su lado y la besé, y en ese momento sentimos la puerta… Así terminó el último capítulo...
Gabriel, un joven sin escrúpulos, construirá su propio harem de sexo salvaje. Disfruta de mujeres de su familia que hacen lo que sea por él. Aquí no hay lugar para lo prohibido, solo para lo más vulgar y lascivo.
-Si ya lo he comprobado -mentira- necesita quien controle sus demonios, pero tú eres peor, ya pensaré algo. -Fátima. -Mi madre lo necesita más que yo y hasta le diría que mi… Así terminó el último capítulo
Este es un pequeño spin-off de Historias picantes n°1 “Rompiendo cadenas” Si te gustó la historia que te contó Charo no te pierdas la que quiere contarte su amiga Marimar. Una despendolada divorciada, que busca recuperar el tiempo perdido en un insulso matrimonio.
-Hoy pase, ya aprenderás unas normas básicas, ya te informaran mis sumisas. -Rocío. -Si SEÑOR, es que quiero salir de aquí ya. Bajamos al coche, salimos de su casa y nos dirigimos a la mía. Me miro… -Rocío. -Gracias, pase lo que pase gracias… Así terminó el último capítulo…
Cuando se tumbó en la cama, la cogí y la bese, con delicadeza y a la vez pasión, como dije al principio, me gustaba y es así, por lo que pienso y espero que sea para mucho tiempo. Abrimos el programa y lo que vimos….
Bajé hasta su culo, para desde ahí ascender hasta tocar su clítoris con la punta de mi lengua, mientras recogía el maná en mi ascensión. Esa mujer era una fuente que sabía a hembra. Sus manos apretaban mi cabeza contra su sexo a la vez que movía con furia sus caderas contra mi boca.