Abrió los labios para formar un anillo y lo deslizó desde el glande hasta la base del fuste. Se la mamó durante un buen rato hasta que, al intuir el inminente orgasmo —la respiración agitada de León, sus ronroneantes gemidos, la elevación de sus caderas—, apartó la cara y agarró la polla para...
Yo me iba con mi AMA, y Marisa se llevó a Lola al otro baño, obligándola a seguirla a cuatro patas. Mientras bañaba a mi AMA… Así terminó el último capítulo...
Se precisa mujer seria y respetable, para experiencia poco habitual. Debe ser atractiva y tener entre 30 y 40 años. Preferiblemente morena, con un mínimo de 1,65 de altura y una talla de pecho superior a la 95, cintura estrecha, buenas caderas y muchas ganas de experimentar
El hombre le sujetó por las caderas, le miró a los ojos y lentamente le fue penetrando hasta tocar su útero con la punta de la polla. Megan, gimió, gimió largo, hondo y desgarrado, se sintió llena y le miro a los ojos, de sus labios salió un tenue ruidito.
Hacíamos una fiesta en nuestra casa, como tantas otras veces, y habíamos invitado –Carlos, mi marido y yo, Sandra- a un montón de amigos para celebrar la verbena, entre los cuales se encontraba Juan, un amigo de la infancia de Carlos, de su misma edad, es decir unos treinta años.
María gritaba y sus piernas se le doblaban con cada una de mis acometidas violentas. No paré, seguí metiéndosela con todo el vigor que mi movimiento de cadera me permitía, haciendo mover su cuerpo contra el sofá y que su cara chocara con el respaldo
Al llegar a casa solo sentía ganas de estar sola, no le apetecía ver a nadie. ¿Con qué ojos podría mirar a su amiga, sabiendo que su Andrés la había follado y la había hecho correrse varias veces?
Me quedé hecha un ovillo, llorando, convulsionando de placer, que extrañamente era superior a la vergüenza que sentía y al dolor. Se acerco a mí riéndose a carcajadas y cogiéndome del pelo…. Así terminó el último capítulo…
-No te pongas las bragas ZORRA, quiero tocar tu coño hasta que lleguemos a tu casa. Mientras se vestía miré mi móvil y vi un whatsapp de Paola -Paola. -GRACIAS SEÑOR. Así terminó el capítulo anterior…
Dos pollas se posaron sobre mis manos, una en cada mano, a la vez que otra no de pequeño tamaño se colaba en mi boca. La de mi coño seguía restregándose sobre él,
en ese momento sonó el teléfono y sin parar de follármela lo descolgué, viendo que eran las doce y sabiendo que era mi PERRA Susana. -Ufffffff, dime PUTA… Así terminó el último capítulo…
Conforme iba andando se quitó la falda, quedándose con las botas y las medias, y tirándose en el sofá abrió las piernas -Fany. -Chupa perra, quiero correrme, estoy chorreando solo de ver lo CERDA, que eres, aggg, Marisa se acercó a ella y empezó a comerle el coño… Así terminó el último capítulo...
Pablo se arrodilló frente al sofá, lentamente le quitó las bragas. Ella no podía evitar mirar hacia la puerta cerrada mientras separaba sus piernas y las subía al sofá quedando totalmente abierta para recibir aquel placer.
Avancé por el pasillo central flanqueado por innumerables bancos hasta llegar a la altura de la chica, que parecía más impresionante a medida que me acercaba. Yo iba con intención de llamarle la atención por su vestimenta totalmente indecorosa.
Tus ojos se encendieron y noté un ligero temblor en tu cuerpo. ¿Qué pretendía un abuelito como yo, con una diosa como tú? Tu sonrisa afloró en tu cara y posaste tu mano sobre la mía, en un gesto de enorme ternura y con una sonrisa en la boca. Departimos sin importarnos el tiempo y cenamos en ese
No hace mucho, descubrí que mi marido me la pegaba con su secretaria, algo muy típico. Mi primera reacción fue la depresión, me derrumbé por completo, porque yo a él tenía en un pedestal de santidad. Y me pasé varios días llorando a escondidas, al final me quedé sin lágrimas.
El esposo cumple su palabra y vuelve a la casa para darle a su esposa una monumental paliza, y sobre todo para follarla tan duro como a ambos les gusta.
Relación volcánica donde un joven marido tiene que atar corto a la potrilla de su esposa, a base de disciplina, como no podía ser de otra manera. Cada azotaina es mano de santo para ambos miembros del matrimonio.