Su jefe también se sentó y la miraba con intención incluso de perturbarla, de que pasara vergüenza; lascivamente su mirada se centraba en sus senos y en su sexo, incluso en sus ojos se reflejaba cierto desprecio que pretendía mostrar hacia ella, desprecio a su cuerpo provocador y a sus ganas de follar.
Cuando en junio escuché en la tele que en Inglaterra se tomaban a las Islas Canarias como un paraíso sexual no le di ninguna importancia y me pareció una exageración las quejas de una persona encargada del turismo porque menospreciaban todos los encantos de las Islas.
Se fue hacia ella, con la mano en la polla masturbándosela, y la obligó a que se sentara en la mesa, le subió hasta la cintura la falda y la abrió bien de piernas; Lorna se reclinó levemente para poder abrir aún más sus piernas y recibir toda esa polla en su coño, la cual no podía dejar de tocar y mirar anhelándola.
Hace una semana, lo que era un baile se convirtio en una noche de placer para mi y mis nuevos amigos... mmhhh...rnrnEspero que disfuten como yo lo disfruté...
En ese momento comprendí que todo estaba ya planificado y yo, sin saberlo, era parte de esos planes. Sin pensarlo dos veces mi amigo levantó a la morena por la cintura y la cargó hasta la orilla depositandola en la misma sábana que estaba acostada cuando llegamos.
A pesar de tener una vida sexual excelente, no me sentía totalmente satisfecha; al comentarselos a mis amigas ellas me recomendaron que tuviera un amorío con alguien que no fuese mi marido...
El primer grupo en organizarse fue el nuestro, el primer profesor mocionado para acompañarnos al viaje también, pero con un criterio de juventud, saber, respeto , los padres en las reuniones como en años anteriores se negaron, pero predominó, por basarnos en la falta de confianza de nosotras y a los chicos los convencimos que quizás le acercara algo, entraron y fue elegido.
Mi mujer Adela, y yo vivimos solo en un viejo y amplísimo apartamento de la costa, donde acostumbramos a vivir casi todo el año, entregados al trabajo de cada uno y después a los mil juegos y placeres de la Erótica Universalis.
Mi hambre de sexo, que en principio debería de estar completamente saciada, crecía por instantes y cada pocos minutos, mi mente comenzaba a imaginarse fantasías de todo tipo, con la peculiaridad que yo podía hacerlas realidad con tan solo pedirlo.
El chofer se puso sobre mí, que me recosté en el sillón, y me clavó por la concha, su rica verga se deslizó fácil en mi concha toda mojada, y comenzó a cogerme fuerte y rápido, al tiempo que Laura estaba ahora en cuatro patas era clavada por el negro mientras le chupaba la verga al otro, yo seguía siendo cogida por el chofer que me daba duro, me hacía gozar, se puso sobre mi y chupaba mis tetas, mis pezones estaban duros, él los comía y mordía mientras no dejaba de clavarme fuerte, yo gemía fuerte de placer.
Después de sufrir en mis carnes decenas de orgasmos, los chicos que de forma muy profesional habían aguantado todo el tiempo sin correrse, se colocaron en fila india, y uno a uno se fueron corriendo en mi boca. Jamás antes había visto corridas como aquellas.
Ambas estábamos un poco cansadas y ella me dijo que tenía un buen remedio para eso, que una buena sesión en el gimnasio nos haría bien, dude un poco en aceptar pero no quise rechazarla, ella llamó por teléfono y arregló todo con su entrenador personal, nos fuimos y me dijo que estaba segura que iba a relajarme y disfrutar, no entendí muy bien que me quiso decir, pero seguro iba a averiguarlo.
Esta lanzó un alarido de dolor que se hubiera podido oír por todo el parking pero como estaban encerrados dentro de la caja del camión solo lo oyeron ellos tres.
Después de un largo rato siendo follada por aquel semental nos fuimos corriendo sobre su cara y ella tragó lo que pudo. El hombre sacó su polla y llenando el pene artificial hasta que reboso, hecho el resto sobre el cuerpo de mi mujer y su coño dejándola bastante mojada.
Era un sábado por la noche y no teníamos planes para salir, yo había escuchado que había llegado un circo a la ciudad, y le propuse ir, ella accedió complaciente, cuando pasé a recogerla ella salió con un vestido blanco muy ajustado, al verla bien pude notar como se le marcaba el tanga que traía, era negro por eso se notaba y se me paró de solo verla.
Se quedaron así unos segundos hasta que la vagina se adapto al tamaño del miembro que le estaba taladrando, luego y para sorpresa de todos, incluso de Willy, Vero comenzó a botar de una forma tan violenta que Willy casi no podía mantener el equilibrio ante tales embestidas.
Sus ojos se engrandecieron cuando ella se estiró para hacer que él penetrara por completo en su interior, y gimoteó lastimosamente cuando él a follarla, lenta y gentilmente al principio y con fuerza y ritmo crecientes posteriormente, espoleado por sus gritos.
Yo estaba gozando un montón, con 3 pollas en mi boca y en mis manos y un chaval haciéndome un dedo, ellos lo notaban, y como ya no me importaba nada les anime – Chicos – No os gustaría meter vuestras pollas en mi coño?.
Luego sin tardar me colocaron en el aparador y me follaban, me enculaban, me metían sus pollas en la boca, me sobaban, me chupaban, me mordían. Se apartaban unos a otros diciendo “ahora me toca a mi” e iban pasando por mi chochito una y otra polla sin parar. ¡ Que gusto ! Es una sensación alucinante.
A un chasquido de los dedos de Loli, todos empezaron a chuparme, me lamían todo el cuerpo, la cara, los pechos, la cintura, las caderas, las piernas,... yo me revolví un poco en señal de protesta, como indicando que me dejaran en paz pero ellos hicieron caso omiso y siguieron con lo suyo.
Empezó a bombear con mas fuerza y todo mi dolor paso a ser placer, pero yo no emitía sonido , hasta que empezó a pegarme en mis nalgas y me repetía "¡¡¡grita puto del orto…GRITA!!! Y comencé a gritar como un loco, loco de placer ….
Tras tres intentos de entrar en mi sin poder, desistió y me sentí aliviada al sentir que dirigía su boca a mi sexo, note su lengua cálida en mi clítoris, algo mucho mejor que mis dedos y empece a humedecerme, su legua frotaba chupaba y empujaba mi clítoris, era muy agradable, me estaba poniendo a cien, estaba muy mojada.
Yo acepté con mucho gusto, estaba deseando follarme aquel depilado y húmedo coño, asi que cogí mi verga y me dispuse a penetrarla con suavidad, pero ella, al notar ya la presencia de mi verga, empujo su cuerpo contra el mio provocando una violenta penetración que le hizo lanzar un estridente gemido de placer.
Después de un rato follando en esta posición Tomás cedió su sitio a Alberto que rápidamente la embistió follándola con fuerza mientras Gonzalo debajo, la agarraba por las caderas tratando de acompasar su ritmo con las embestidas de Alberto, que parecía dispuesto a correrse a toda costa por la velocidad con que se movía lo que no le parecía bien a Lucía, al menos de momento.
Ella pareció estrecemecerse de placer agarrando sus pechos con ambas manos y esparciéndose la leche por todo su cuerpo y relamiéndose los labios con la lengua, mientras el pene de Carlos seguía lanzando su leche y dando pequeños espasmos de placer.
Estaba como un toro, se retorcía sobre mí y apoyando su cuerpo sobre el mío, me sostenía los brazos con su cuerpo y mientras me besaba el cuello, me lamía las orejas, me metía la lengua entre mis labios...
Todo comenzó cuando empecé a sentir un molesto ardor en mi vagina que me preocupaba, pero no quería alarmar a mis padres así que un día en que ya no lo soportaba más, se lo comenté a mi profesora de Matemáticas que es con la que mejor relación tengo.
Tras marcharse, vi que Bazir había logrado soltarse y enseguida vi sus intenciones: él también se había dado cuenta que a Judith le gustaba disfrutar a tope con el sexo y ahora quería hacerlo él con ella, así que se quitó la ropa, se acercó a Judith y empezó a sobarle tocándole el culo y las tetas.
El roce con su piel me hizo vibrar... con un poco de esfuerzo y su voluntad lo logré... al instante ella se dio vuelta y nos mostró sus pequeñas tetas erectas... se apoyó en mi hombro y lo usó de bastón para sacarse la tanga y dejar al descubierto ese hermoso culito que yo había notado al entrar y mucho antes en la oficina. Volvió a virar y la pelambre de su pubis me deslumbró.