Desde ese día y a lo largo de varios meses, sus miradas se hacían más penetrantes, además noté que se acercaba más su cuerpo a mí, su cara se acercaba más a la mía y miraba mis labios cuando le hablaba... ya que su estatura es casi la misma que la mía... sentía su aliento cada vez que me hablaba, era exquisito sentir ese olor a macho, caliente.... ahhhh, pajas y más pajas... todo hasta la semana pasada....
Mi jefe luego se retiró y me pidió que acompañara a Richard a su hotel, tuvo la sensación de que me estaba entregando, pero a mí no me disgustó la idea, a esta altura creo que deseaba tener algo con Richard, pero él me pidió primero ir a alguna lugar a beber algo y bailar para conocer un poco la noche de Buenos Aires.
Era un pene riquísimo, sentía como entraba todo hasta el fondo de mi vagina, incluso podría decir que me tocaba la matriz y estoy segura que entro todo porque sus huevitos golpeaban contra mí. Trataba de calmarme un poco y disfrutar el momento pero tener un pene en mi boca y otro dentro de mí, era incontrolable.
Desde que empezó el año 2001 me la pase viajando por cuestiones de trabajo hacia el sureste de la Republica, tenía que ir durante dos semanas de cada mes, a veces estaba fuera hasta tres semanas seguidas. Estando en uno de esos viajes al consultar por la noche de un Lunes mi correo, encontré un mail de mi esposa donde me contaba que el fin de semana se había acostado con otro hombre.
Sobre los sueños y la geometría es una llamada de atención para aquellos que perdieron sus sueños por el camino y para aquellos que todavia siguen buscandolo...¡buena suerte!.
Mi deseo crece enormemente, y en el siguiente instante me encuentro pidiéndote cógeme ya, por favor... No siento que me escuches, así que junto fuerzas y te lo digo más fuerte, hasta que levantas tu cabeza y me preguntas si dije algo, separo mis muslos y con mis manos tomo tu cabeza y la jalo hacia mí, te incorporas un poco y mirándote a los ojos te digo como en un ruego: necesito sentirte dentro de mí.
La seguí besando, eso me gustaba, la di vuelta, le bese la espalda, lento, llegue a su culito paradito, con ambas manos le abrí las nalgas y puse mi lengua dura en su orificio mientras mi mano le tocaba la vagina aún más húmeda.
Después de despedirme y cuando iba a bajar del coche, le dije que le tenía que decir algo, inocentemente se dio la vuelta y es ahí que le di un beso en sus hermosos labios, esperaba que no reaccionara bien, pero embargo, recibí la hermosa boca de Graciela que se abría para pudiera introducir mi lengua, entonces suavemente con las dos manos le acaricié la cara y nos fundimos en un larguísimo beso de lengua.
En ese entonces contaba con 35 años y era el menor de una familia de ocho hermanos, todos casados sin embargo sin la fortuna de tener hijos pues mi mujer no había podido lo que fue el detonante para el divorcio, de mis siete hermanos y hermanas surgieron 16 sobrinos, 9 varoncitos y siete hermosas niñas, la más pequeña era sarita la cual contaba con siete años, de ahí seguían Lucia y Guadalupe con nueve años, Sofía de 10, Verónica de 11 y Susana y Daniela de catorce años; yo los quería a cada uno de ellos por igual y nunca me había pasado por la mente lo que a continuación detallo.
Pues como a las dos hora llegue al bar y me dirigí con él, estuvimos platicando, casi 15 minutos antes de salir el me invito una bebida llamada Kalua, la cual el había conocido porque yo se la había invitado anteriormente, pues en fin se terminó su turno y me dijo que acabase mi bebida de un jalón porque nos teníamos que ir y no podía sacar el vaso del establecimiento.