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Mi primer trio HMH

Mi primer trio HMH

Siempre experimente una gran excitación por la idea y la fantasía de compartir una cama con un matrimonio.

Fantasías como esta se me presentaban por la noche y aumentaban mi temperatura, aun en mis horas de vigilia.

Hacia un tiempo que andaba enredado con una mina casada y siempre me hacia la cabeza con que la cogiera con su marido.

Luego de unos meses de aventuras cortamos, pero me quede con las ganas de hacer un trío, era imposible porque no conocía a nadie para concretar mi fantasía. Pero ese día llego.

Me compre una revista de contactos en un kiosco, como me recomendaron dos amigas que había conocido en una fiesta organizada por un amigo, en ella encontré la posibilidad de publicar un aviso: “Busco chicas o parejas con quienes concretar una buena amistad y compartir gratos momentos, decía mi aviso”.

Recibí, algunos mensajes; Me tuve que aguantar algunos plantones y algunas desilusiones, ya me estaba dando por vencido cuando recibí: “Somos una pareja joven, buscamos concretar una linda amistad y nos interesa conocerte”, decía el mensaje.

Casi ni revise el resto de mis mensajes en su mayoría de hombres que no iban con mi búsqueda.

Primero nos hablábamos por teléfono, luego intercambiamos correspondencia contándonos nuestros gustos, pasaron más de tres meses sin poder concretar nada.

Roxana y Chelo, me llamaron un día a casa. Hable con ellos y me preguntaron si lo que decía en mis cartas era cierto, si era verdad que no tenia mucha experiencia, si tenia veinte años, y si no tenia inconveniente en verlos esa semana. Finalizaron la conversación con un cumplido sobre mi persona y una proposición tan directa como generosa.

Acepte el cumplido pero rechace la proposición lo mejor que pude, porque las ventajas eran buenas, pero no podía ir directamente a su casa, en parte era que yo si les había enviado una foto mía y ellos no, si veía que no eran lo que buscaba, era tomar algo y listo.

Arreglando este punto, ellos procedieron a invitarme entonces a una confitería de Flores al día siguiente, alrededor de las diez de la noche.

No se oyó ni se dijo una palabra de cómo tenia que ir cada uno vestido.

No sabia que ponerme y entonces busque el traje que tenia guardado y que casi nunca lo usaba, pero resulto ser demasiado formal.

Finalmente, me puse el jeans y fui para allá aquel día. Roxana dijo que cuando me vio entrar le guste.

-Sinceramente, nos moríamos de ganas de conocerte, y nos agradaste desde el memento mismo en que te reconocimos al entrar por la puerta de la confitería.

Me gusto haber oído esto ya que no me considero lindo, quizá ni atractivo, pese a tener buen cuerpo y bien trabajado.

Estuve unos minutos sin atreverme a entrar, y pensando si no los conozco soy un boludo, no puedo dejarlos pagando… Nunca olvidare la sensación de miedo, inseguridad y excitación al verlos a los dos en ese primer piso esperándome.

Ni bien subí me reconocieron y me hicieron una seña.

A medida que iba acercando a su mesa me parecía que esas sensaciones iban aumentando. Hice un esfuerzo para aparentar cierta seguridad.

Yo no dejaba de observar a Roxana, que no era un pedazo de yegua como se dice, pero era muy atractiva y me intereso al toque.

Era como de un metro setenta con los tacos, cabello castaño, largo y suelto, tez blanca, delgada con una muy buena figura, vestía con una camisa, una mini y medias negras.

Chelo en cambio era mas alto que yo, 1.80 mt, cabello oscuro, de rostro pálido y completamente afeitado. Era elegante, de porte firme y mirada amistosa. Ella 23 años y el 29 años pero no los aparentaban.

Hablamos lo suficiente y llegue a la conclusión de que ellos eran buenas personas y con ellos llevaría a cabo mi aventura.

Entre otras cosas debo señalar que habíamos estado tomado cerveza los tres, como no soy de tomar y no había comido nada durante el día, el alcohol me pego un poco, pero yo ya me sentía mareado y comenzó a dolerme la cabeza. Pero más dolía desaprovechar la invitación.

-¿Vamos a casa…? –Dijo Chelo, con una sonrisa y demostrando confianza. Debí haberlos mirado con dudas, porque me pregunto: -¿no queres… o no te animas? –Disparo Roxana. Mira que nosotros no mordemos y además vamos a poder charlar más cómodos que acá. Era cierto porque teníamos ganas de charlar cómodos y sentíamos que todos a nuestros alrededor paraban las orejas.

La atención estaba puesta en mi respuesta. ¡Por dios! Sin pensarlo, recobre algo de calma y le dije que sí. Todo era fascinación y calentura.

El lío era que como yo había ido con mi auto, ellos no me permitirían conducir, así que Chelo llevaría mi auto y yo viajaría con Roxana.

Luego de varios minutos de viaje me repuse totalmente, Roxana entablo una buena conversación, le confesé que estaba nervioso, esta era mi primera vez con una pareja, ella se encargo de relajarme y hacerme sentir cómodo, -Nos caíste muy bien, por lo general no llevamos a nadie a casa y si hacemos esto es porque nos interesas… Desde el comienzo nos habíamos tratado como viejos amigos y eso me hizo entablar confianza desde el vamos.

Cuando llegamos a su casa me sentí muy cómodo. Nos sentamos en el living, Roxana fue a preparar café y Chelo y yo nos quedamos solos un momento: -¿Qué te parece, te gusta la flaca? Me pregunta él en tono compinche. Si es muy linda le respondí. -Al principio es tímida, pero cuando se suelta es una fiera, explico.

Roxana se sentó en medio de los dos en el sofá, tomamos café y charlamos un buen rato, me contaron mas detallados sus gustos y yo los míos, intercambiamos algunas experiencias y estábamos igual,

nuestros anteriores contactos no fueron lo esperado, ellos tampoco tenían experiencias, habían intentado el intercambio pero les fue mal.

-¿Te gustaría que probemos algo ahora?, Pregunto Chelo, el corazón me hizo un alto, junte coraje y: -Dale, respondí. Marcelo fue a poner música, ella se sentó en mi falda y comenzó a besarme, me gusto ese detalle, yo comencé a acariciarla y a quitarle la blusa.

Nos pusimos de pie, le quite el corpiño y me apodere de sus pechos, Chelo se coloco detrás de ella, le quito la mini, ella tenia puesto un conjunto de medias y portaligas, preparada para la guerra, que lucio dando una vueltita para mí, él y la apoyó por detrás, le susurro al oído: -Flaquita hoy si que la vas a pasar bomba. Le sacamos la tanga y la cubrimos de caricias, me agrado descubrir su sexo totalmente y prolijamente bien depilado, tenia la piel como de una nena.

Nos encargamos de besar y chupar sus pechos a la vez mientras ella nos acariciaba las pijas por sobre los pantalones y pudo sentir que estábamos al palo, ella me desvistió y eso me gusto mucho, descendió y comenzó a chápamela, se dio vuelta y comenzó a chapársela a Marcelo que estaba sentado en el sofá, aproveche que estaba en cuatro, me recosté por debajo de ella en la alfombra y comencé a chuparle la concha, ella se sorprendió y le encanto, después me confeso que le sorprendió ya que a Chelo no le gustaba mucho chapársela y ella se coloco así Esperando otra cosa.

Ella se dio vuelta y comenzó a chapármela a mí, mientras Fernando de se la cogía, la situación me encanto y me daba cierta sensación de felicidad. Marcelo se retiro un momento y se fue al dormitorio a preparar las cosas.

Ella me la siguió chupando, se subió sobre mí y comenzó a frotar y puertear su vagina con mi verga. -¿Te gusta, no?, Pregunto, me encanta respondí, me coloco un preservativo y se monto encima de mí y comenzó a cabalgarme, me encanto, saboree sus pechos, toda su piel era suave y su sexo prolijamente depilado me gustaba, me permitía ver como mi pija se perdía en su interior. Gozaba una tremenda felicidad cuando fui interrumpido por la voz de Roxana.

-¿Pensas estar parado toda la noche, Chelo? –Había oído bien no iba a estar mirando pasivamente. -¿Qué decís Adrián? ¿queres sexo de tres? –Pregunto Marcelo con una voz serena que lo caracterizaba. Me quede sin respirar, en mi actitud había algo de miedo, yo sabia que el problema no era eso sino que no tenia experiencia. “-Si”, fue mi respuesta, la onda era disfrutar todos.

Aprovechando la posición Marcelo le comenzó a chupar el culo, Roxana se puso como loca, mas que calentura tenia cara de feliz cumpleaños, podía sentir como se estremecía su interior, señal de que estaba a punto de acabar, se abrazo a mí y me regalo su primer orgasmo a la ves que me besaba toda la cara y me decía cosas dulces, eso me gusto mucho.

La recostamos en el sofá, Chelo le levanto las piernas sobre sus hombros y se la mando de un saque, comenzó a bombear mientras yo me le comía a besos sus hermosos pechos; Chelo se la saco y se la acerco a la boca para que ella se la chupe.

-¿te gusta esta guacha?, -Está re caliente vamos a tener que cogerla con todo, me dijo Marcelo en un tono compinche. Observe como ella se masturbaba con las manos, así que aproveche la posición y la penetre, comencé a bombear sintiendo cada centímetro de placer a la vez que le acariciaba el clítoris, yo ya estaba a punto de acabar y se la saque, ella me hizo recostar boca arriba y se coloco sobre mí en la pose del 69, quería que se la chupe mientras ella me la chupaba. Aprovechando que estaba en cuatro, Chelo se la puso desde atrás. –”Te voy a romper el culo le susurro” y ella lo incentivó más. –”Quiero que me cojan toda”, pedía a gritos, se la saco de la concha y comenzó a ponérsela en el culo, yo en mi posición tenia un buen primer plano de cómo la pija de Marcelo se metía lentamente en el interior de Roxana, ella tomo aire y se quedo quieta hasta que la tuvo toda adentro. Cuando Marcelo comenzó a bombear ella comenzó a chapármela con fuerza, parecía que me iba a tragar todo, jadeaba y trataba de formar palabras que apenas se le entendían, me costo un poco pero logre llegar a chuparle la concha, Marcelo estaba a punto de acabar, ella también y yo ni hablar, Marcelo acabo dentro de su culo y fue una reacción en cadena, a la que le siguió Roxana y luego yo, la salpiqué toda con mi leche, la cual ella saboreo hasta la ultima gota, nos quedamos quietos un rato, disfrutando del momento. Roxana se fue al baño a lavarse.

Chelo y yo nos sentamos en el sofá, me dio las gracias, me dijo que eso era lo que ellos andaban deseando y que por fin lo habían concretado, les confesé que yo también había concretado mi fantasía. Ella volvió y nos comió a besos, me fui a lavar y cuando volví me senté junto a ella y seguimos un rato mas con los mimos.

Brindamos por el encuentro y nos planteamos como seguiría todo entre nosotros, ellos confesaron que no tenían problemas en continuar todo como hasta ese instante, todo dependía de mi decisión, Yo no tenia problemas, estaba tan maravillado como ellos y deseaba seguir experimentando, Plantearon que mientras siguiera con esa relación Yo debía guardar estricta reserva y nada de minitas por ahí, como para prevenir cualquier peste y que ella se encargaría de mi placer, lo que me proponían era algo estable, me pareció bien y estuve de acuerdo.

Me invitaron a pasar la noche con ellos, me sentí muy bien con su propuesta, ya nos tratábamos como si fuéramos amigos de toda la vida.

Nos acomodamos en el dormitorio, era bastante amplio y cómodo, ella me guío a la cama mientras Chelo ponía una película y luego se acomodo en la cama. Roxana quedo en medio de los dos. Brindamos de nuevo y nos dispusimos a ver el vídeo porno.

Ella siempre en el medio de los dos, a veces parecía que sentía la necesidad de complacer a los dos, cuando en realidad era ella la agasajada.

Nos acostamos Chelo y yo boca arriba, Roxana se dedico a besarnos y chuparnos a los dos y logro ponernos al palo, en ese momento pude apreciar y elogiar el tamaño de la verga de Chelo, un poco mas larga y casi del mismo ancho que la mía, ella también me elogió.

Adoptaba una aptitud de nenita inocente que por lo menos a mí me partía la cabeza.

Nos cabalgo alternadamente a los dos; Estaba cabalgado sobre Marcelo cuando pidió que quería las dos pijas a la vez, una en la concha y una en el culo. Ella con sus manos abrió bien su cola ofreciéndomela, se la bese un poco, le puse una cremita que me dieron, me acomode sobre ella y apoye mi pija en ese agujerito divino que me esperaba, la penetre lentamente, fui bombeando lentamente hasta que se la metí toda, ella le planto un beso a Chelo que lo dejo sin aire, al principio nos costo un poco tomar el ritmo, pero cuando lo logramos éramos una verdadera maquina de coger, me volvieron loco las sensaciones que tenia, Chelo acabo primero, ella exploto un momento después, yo me puse loco al sentir como acababan, y mas loco porque quería acabar con ellos y me faltaba poco, creo que bombee con bastante locura que ella volvió a acabar.

Cuando acabe fue glorioso, comencé a gritar reírme, en realidad sentía alegría, como si quisiera gritar un gol de la selección, ese fin de semana fue espléndido, probamos y tuvimos sexo de todas las formas que se nos ocurrían.

Así fue mi debut; Al poco tiempo me mude con ellos y compartí casi un año y monedas con ellos, compartimos y experimentamos muchas cosas, probamos el sexo grupal, incorporamos a una chica a nuestros juegos, y muchas experiencias, ojo tuvimos nuestros altibajos y algunos desencuentros, pero la relación no se corto por eso sino por cuestiones laborales, ellos tuvieron que mudarse al interior.

Pero aun mantenemos contacto, nos carteamos, intercambiamos fotos y videos de vez en cuando, un par de veces me fui de vacaciones a su casa.

La amistad aun vive a pesar de la distancia y eso es muy importante.

Y mi búsqueda actual esta orientada a una pareja o mujeres que tengan interés en compartir, no solo sexo, eso sé vera, sino una buena amistad con un flaco, sano, sincero y con muy buena onda, deseoso de compartir buenas charlas y buenos momentos, aunque mas no sea una buena charla y un café…

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