A causa de su cuidado por las plantas, se encontrará con mucho placer que no esperaba.
Cuando Sandra y yo terminamos Sandra se levantó y se fue hacia el lado de Eduardo y se pusieron a hablar, Gloria me decía que le dijera a Eduardo que viniera nuevamente donde ella (estaba emocionada), yo le dije a Eduardo que Gloria lo llamaba y Sandra le decía que fuera que no la hiciera esperar pero Eduardo no fue, después supimos que el motivo era que no logró nuevamente la erección.
Se licencia en la facultad y recibe un regalo muy especial Aquella noche era de las que prometían. Teníamos una fiesta para despedir otro curso más de la facultad, para algunos como yo, el último, en casa de una compañera de clase, a la que llamaremos M. Según la lista de invitados, la fiesta estaría […]
Después apunte a su ano, y así con más lubricante que su saliva la penetre despacio... esto para mi era la gloria es la posición que más me encanta penetrarla y era tanto el gozo que vio en mí, que me dijo soy tuya!!
Estoy recostada sobre la cama, bajando de la nube, estuvo delicioso, fue un orgasmo prolongado, hacía tiempo que no lo tenía de esa manera, ni que me chuparan como lo hiciste...volteo a verte, me acerco y te beso en la boca, nos besamos, mientras acaricias mis pechos, que aún están despiertos, se reavivan mis pezones
Me masturbaba a menudo pero no era suficiente, necesitaba un hombre, sentirme deseada y querida. Como dije estaba bien físicamente así que notaba las miradas de compañeros y hombres por la calle, aunque yo soy recatada en el vestir.
Vaya día... se merecía un buen descanso y relax.
Aunque ella no es una jovencita, ni tiene un cuerpo de diosa destila una sensualidad que logra excitarme desde el primer momento de estar cerca de ella, no es muy guapa pero tiene lo suyo, blanca de pelo negro boca grande y ojos bonitos, en su juventud debió ser mucho más sensual pero yo la conocí ya de edad y aún conserva esa sensualidad
Y lo abracé, sentí como su verga se levantaba y medio la introduje en mi vagina, ambos estábamos sin chones, ya que él los había guardado en el jardín como nuestro recuerdo, así que metió sus manos bajo las gasas que cubrían mis nalgas y tomo lo que era suyo, así que con sus manos en mis nalguitas, su verga entre mis labios vaginales, mis brazos rodeando su cuello
Luego se empeñó en que yo también me probara un sujetador del que no quedaba su talla, y a pesar de que al principio me daba mucho reparo, me encontré desnuda de cintura arriba, probándome sostenes.