Mide como 1.85 y tiene buena contextura sus labios carnosos y sus ojos vivaces, con los cabellos cortados a raz y esa sonrisa coqueta, me engolosinaba viendo ese espectáculo de aquel chico trigueño oscuro de unos 23 años.
Veo que ya acabaron, se escuchó la voz del viejo en la puerta, estaba vestido con un pijama. Que rico te cogieron putita, es increíble cómo te la tragaste toda.
Se veía un jovencito en un Sling como el que tenía el viejo en el cuarto, gemía como desesperado con la verga de un negro en la boca y otra en el culo, aquella verga le entraba hasta la garganta mientras el otro negro le introducía su gran verga hasta los huevos, los tres pujaban como locos.
Yo había llegado hacia buen rato a un sauna con amanecida que al en el sur de Cali y estaba en el patio de atrás en el jardín pegándole una mamada a un negro lindo cundo en esas llegan allí al jardín dos pelaos bien sardinos que después me dijeron que venían de Manizales
Este es un relato de un lector que me pidió que contara y publicara su historia. El relato fue escrito por él, yo solo corregí algunos detalles. Primero va la presentación y como se inicié en el sexo gay como pasivo. Luego como descubrió el gloryhole, y donde conoció a El viejo del sex shop
Andrés se tiro al suelo sentándose debajo del culo y las guevas del pelao y comenzó con la punta de la lengua a darle estocaditas en el culo del que clavaba al pollito dejando de ves en cuando subir la lengua hasta las guevas.
Como andaba rayado, y como lo caliente no mira ni distingue orientaciones, le pagué la cuota y le pedí que reprodujera una película de orgías privadas. Me pidió que me metiera a la sala uno mientras reproducía la video y cerraba la tienda.
El baño estaba afuera de la casa, pero había varias personas esperando para entrar, por lo que decidí ir a orinar detrás de unos árboles bastante alejados de la casa.
El sábado pasado me levanté temprano, sali a dejar a mis papas a la oficina por que saldrían de viaje ese día y regresarían el domingo en la tarde, yo ya tenia todo planeado, para estar con mi pareja (Gustavo), ya que el saldría de trabajar a las 2:00 pm
La noche anterior nos acostamos cada uno en su cama luego de nuestra ultima practica de sexo, nos quedamos dormidos profundamente y como de costumbre me acosté totalmente desnudo y con mí pené y pecho pegajoso de semen mío y de Raúl.
Jamás imaginé que en una sala de cine de barriada encontraría una excelente oportunidad para dar rienda suelta a mi libido... fue una experiencia fenomenal que deseo compartir con los lectores...
Siempre sentí una gran admiración por mi padre, en realidad por los hombres maduros de entre 35 y 45 años, sin ser gay (o sin saber que lo era), desde pequeño me gustaba observar a todos esos señores mayores, podría decirse que me atraían sus físicos fuertes, peludos y dominantes
Acabando los tres juntos dentro de nuestras bocas, tragamos todo nuestro semen y nos besamos pasándonos el seme de una al otro y mezclándose con nuestras salivas se convirtió en un exquisito cóctel de lujuria y amor.
Llegamos hasta el lugar, con una breve pero inquisitiva mirada me di cuenta que éramos los únicos en aquella sección del cuarto piso de la biblioteca. Y teníamos dos horas antes que la cerraran.
Dios, que pedazo de polla tenía el niñato, tenía una polla más grande que la mía, joder y que cara de lascivia tenía. Sin dudarlo toqué la puerta, viendo con sorpresa que esta no estaba cerrada, por lo que empujé la puerta viendo como el chaval estaba esperando a que yo entrara.
Pues así pasaron los días, yo miraba a mi padre y empezaba a sentir atracción por él, y el ya sabiendo que te había visto con el se portaba muy amable conmigo y me daba regalos, platicaba mas y me invitaba a sus entrenamientos de fútbol. Yo me portaba a veces medio grosero.
Mientras me estaba calzando, pude ver a Rafa totalmente desnudo. Joder, pedazo de polla que tenía el cabrón, no es que fuera enorme, sería aproximadamente de unos 16 centímetros, lo que me llamó la atención además de lo bien formada que tenía la polla, eran los huevos. La hostia, le colgaban un montón.
Al poco vi cómo salía el hombre que se había metido en el cubículo de los aseos con el chaval, y tras este, lo hacía el chaval que tanto me gustaba, si antes tenía los mofletes de la cara enrojecidos, ahora todavía estaban más.
El muy cabrón vio como yo me quedaba embobado mirándolo, se percató de que no le quitaba la vista a su polla. Y así era, estaba embobado mirando aquella maravilla de polla, con la que la naturaleza había dotado a aquel hombre.
Juan y yo, nos veíamos todos los días, y todos los días terminábamos follando entre ambos. Con él empecé a conocer la mayoría de los mariconcitos de nuestra edad que iban a ligar a los jardines de Méndez Núñez, muchos de ellos por no decir la mayoría, chaperos, ya que solían quedarse exhibiendo en una de las esquinas que hay entrando a los jardines
Me pongo en la tarea, y pasaron varios minutos, no los escuchaba ni conversar entre ello, así que decido subir a la habitación y o sorpresa los encuentro a los dos totalmente desnudos y en un flor de 69.
Cuando apareció de nuevo por la puerta del dormitorio, al verlo venir así desnudo con la verga hinchada, bamboleándose como si fuera el badajo de una campana, el cuerpo se me estremeció. La polla me dio un respingo, a la vez que el culito se contraía...
A medida que pasaban los meses las frecuencias de sexo fueron mas seguidas podría decir que era diaria y notaba que Raúl se sentía muy insatisfecho él me exigía cada vez mas hasta que llego un día en que mi madre me pregunta, que es lo que me pasa, ya que me veía muy desnutrido.
Esa calurosa tarde yo deseaba refrescarme exteriormente y calentarme internamente, llegué, me duché, abrí una cerveza y empecé a ver un video porno gay cuando llamaron a la puerta.
El presente relato es real y me ocurrió cuando tenia quince años con mi gran amigo Raúl éramos unas inocentes criaturas y todo comenzó como un juego inocente.
Aquel día iba buscando quien me diera por el culo, había ido a los aseos de la estación de ferrocarril, ya pasaban de las 10 de la noche y todas las veces que había entrado en los aseos, no había tenido suerte.
Como en muchas ocasiones, aquel día había ido en busca de sexo a los aseos públicos, en concreto había ido a los aseos públicos que había en los jardines de 4 caminos.