Entró una chica jovencita, atractiva, que parecía bastante arreglada, a la moda, con esos pantalones de tela de pata ancha y gafas con esa montura moderna de estrella pop. De pronto se puso delante de mí y me rozó con su culo.
Todo empezó cuando me enamoré de uno de mis rollos, algo que jamás se debe hacer, sobre todo si son tan estúpidos (por muy buenos que estén), uno de los datos básicos para saber si lo son es que se la menean cuando ven a la mujer de Spiderman en un cómic, entonces la cosa empieza a ser seria, y ya si les gusta Van Damme, en fin, qué decir! Pues bien , éste unía ambas características.
Cálidos, pegajosos, lo sentía correr despacio, los probó, como tantas otras veces, ya sin control alzó su muslo para beberlo directamente desde su piel, hubiera deseado poder comerse su propia intimidad de haber podido, en un acto de lujuria (su cordura había sido abandonada hacía ya mucho) recordó la regla, se desabrocho la pollera, quedando nada más sus medias por las rodillas, y la tela blanca caída.
Al día siguiente, encontré en internet una página muy interesante, en ella publicaban relatos eróticos de todo tipo, la estuve hojeando un rato y luego me fui a clase, ¡qué suerte hoy tenía ARTE, y quizás volvería a ver eso que tanto deseaba, pero para mi desgracia la profesora había enfermado y su reemplazo era el jefe de cátedra un hombre mayor y amargado, mi gozo en un pozo!!.
Una vez me masturbé detrás del mostrador, me saqué las bragas discretamente y con la mano izquierda empecé a masturbarme, ese día había mucha gente en la tienda esperando para comprar pero yo erre que erre con la manita, al rato la saqué de mi vagina chorreante que desprendía un olor muy fuerte y de tan perceptible que era ese perfume de sexo tuve que ir a lavarme al mano a la trastienda
La historia empieza cuando estaba en el chat, hablando con mis amigos y conociendo gente, y de buenas a primeras me dice un chico con nombre sexy, que si quería cibersexo, en condiciones normales le hubiera mandado a tomar viento fresco, pero me dio un arrebato y seguimos una conversación normal hasta que irremediablemente salió el tema del sexo
El Conde notó como pequeñas cuentas de sudor empezaban a formarse en sus sienes. La enorme cantidad de placer que llenaba su cuerpo hacía que el reprimir su irreprimible orgasmo, le costará muchísimo más esfuerzo de lo que le había costado nunca. Aquel orgasmo le estaba haciendo sufrir como nunca recordaba.
Bueno me fui al sofá puse la película y la empece a ver, jolín con el nacho mujer que pillaba mujer a la que penetraba por todas partes ademas bien dotado y una buena polla es algo que me pone mucho, tenia los pezones duros y comencé a acariciármelos pequizcandolos suavemente, pronto note que estaba húmeda y mi mano dejo los pezones y se dirigió a mi clítoris.
En el camión solo iban cinco personas y yo, estas se encontraban en la parte delantera del bus, así que sola y sin que nadie me viera, baje en cierra de mi pantalón baje el pantalón y la tanguita que llevaba, pensé y me propuse disfrutar ese viaje y quería masturbarme imaginando cosas por todo el camino
Cuando tengo las 6 pulgadas bien encajadas, tomo otro de los consoladores, un cilindro metálico y lo dirijo hacia mi chocha, no necesito lubricarlo, las babas que salen de mi coño son suficientes.
Descubrí mi primera erección cuando un día, después de mear, comencé a subir y bajar mi prepucio según había oído hablar a otros chicos mayores en mi colegio.
Los últimos chorros quedaron en la cabeza de mi pija, tome un poco entre los dedos y automáticamente me puse a observar su textura, consistencia, olor, todo, realmente me sentía orgulloso de esa néctar blanco, me di cuenta porque le decían leche, me di cuenta de lo feliz que era.
Entonces le rodeé la cabeza con mi brazo izquierdo y apreté fuerte su cabeza contra mi polla, con mi mano derecha le sujeté el mentón por debajo de la papada, y arqueé mi cuerpo hacia delante pegando mis abdominales a su frente.
Me levanto y voy directamente a la nevera, saco un pepino, es de buen tamaño, en su parte inicial es delgado, pero va aumentando su grosor. Vuelvo a mi cama, y en la tele el tipo la esta penetrando por el culo y por la choncha la mujer tiene un consolador que ella misma lo mueve a su gusto.
Empecé a masturbarme hace años, porque había escuchado acerca de ello y un día pues me entró curiosidad y decidí hacerlo. Aquella primera vez lo hice en la soledad de mi cuarto, sobre mi cama.
Su duro culo sintió toda mi verga sin que ella mostrara desagrado, con mi mano en su culo sentí su temperatura y lo confirme, debía esta goteando por el calor que percibí.
Se trata de una temática no encontrada en internet. Soy un chico joven al que sólo le interesa el sexo oral con ingestión de fluido incluido, para lo cual somete a una mujer como esclava a satisfacerlo diariamente con dicho procedimiento.
Debido a que su mujer no era ninguna maravilla en la cama, se masturbaba cada noche viendo películas porno, y le excitaba mucho que alguna mujer le pudiera ver.
Un poco perdido, pero sin dudarlo, fue al cuarto, yo estaba sentada en el borde de la cama, con mis piernas desnudas, y mi sujetador a punto de estallar, mis pezones estaban muy excitados y me los acariciaba con una mano, mientras mi lengua asomaba y se relamía de gusto de lo que me iba a comer.
No siente pudor, al contrario, la excita observarse a sí misma como si de una película porno fuese espectadora y a la vez protagonista. Vuelve a acelerarse su pulso, su respiración y un deseoso revoltijo se deja sentir en su estómago, es el frío y el desenfreno de su deseo.
Hace un año cuando lo empecé estaba ilusionado con él, pero ahora después de muchos desengaños, y visto que la cosa no es como me la pintaron en un principio, las mañanas son terribles y las ganas de seguir durmiendo se apoderan de mi cada día.
Hace poco (un año) que empecé a tener relaciones sexuales, me sentía realmente mal, porque no había encontrado una satisfacción por lo menos lo que yo pensaba, no sé, también puede ser que empezó el calor, verdaderamente estoy queriendo, estar satisfecha continuamente, cosa grave porque todavía no había logrado, sentirme bien "llena" como decimos entre las chicas, no se sí será el mismo profesor, no lo creo, porque soy de una ciudad cerca de Buenos Aires, pero el reta a todos cuando se desperezan ( abriendo los brazos, se sientan mal), pero a mí me miraba con ganas, no me reta nunca, y cuando le muestro mis senos y me desperezo
Durante un rato seguí oliendo y acariciando suavemente con mis manos, metí mis dedos entre sus nalgas y con las yemas toque ligeramente sus labios mayores y la rajita de su bollo adolescente.
Me has pedido que compre lencería fina, y que en el probador de la tienda, practique una sesión de autoerotismo con las prendas adquiridas, mirándome en el espejo y contándotelo después...