Capítulo 4
- Historia de Basily y Alex I
- Historia de Basily y Alex II
- Historia de Basily y Alex III
- Historia de Basily y Alex IV
Partimos el sábado por la tarde como habíamos quedado, de Ciudad de México a Puebla no era mucho tiempo, si bien con algunas paradas en la autopista tardamos más o menos dos horas.
Al entrar en la ciudad Alex me indicó por donde ir para llegar a su casa, su casa estaba en una colonia un poco alejada del centro, era una casa que se notaba bastante bien cuidada a pesar de no ser ni muy grande ni muy lujosa.
La persona que nos recibió fue su madre, Alex salió y la abrazó para saludarla, mientras yo bajaba del auto buscando abrir el maletero.
¡Hola mami! ¿Me extrañaste?
Respondiéndole su madre, claro que sí, mientras se acercaba a mi para saludarme y presentarse.
Mucho gusto joven, mi nombre es Aurora, soy la madre de Alex, adelante pasa y ponte cómodo.
Hola buenas tardes, señora, me llamo Basily, mucho gusto.
El gusto es mío, Alex me ha contado mucho de ti. Anda pasa, estás en tu casa.
Pasé mientras pensaba en lo que Alex, le abría contado sobre nosotros, seguro que sabría lo de nuestra relación.
Por dentro de su casa se notaba impecable, recuadros y fotografías de Alex con su madre y la que parecía ser su hermana, sus abuelos, pero ninguno donde estuviera su padre.
Su madre empezó a contarme su historia mientras Alex iba a su recamara a ducharse y nos dejaba hablando.
El padre nunca se había hecho responsable de ellos y su madre los había criado sola a Ale y a su hermana con ayuda de sus abuelos, los cuales no se encontraban, pero después los conocería. También me estuvo contando sobre la infancia de su hijo y de cómo siempre fue diferente a los otros niños de modo que cuando le dijo a su familia que era homosexual ella ya lo sabía y desde entonces le consideraba una hija más.
Yo solo la dejaba hablar, no tenía idea de que decir, nuestras infancias habían sido bastante distintas. Al notar que no decía nada, me preguntó:
¿Algo pasa? Te noto bastante callado.
No, no señora. Es solo que estaba pensando cuán diferentes fueron nuestras infancias. Pero ahora que lo sé me doy cuenta de por qué Alex es tan unido a usted.
¿Ah sí? ¿Qué tan diferentes?
Bueno, digamos que fui un hijo difícil para mis padres, jejeje, me metí en muchos problemas cuando era más joven y muchos de ellos por mujeres. De hecho, jamás antes había estado con alguien como Alex.
Oh, ya veo, bueno supongo que siempre hay una primera vez para todo.
De hecho, así es, me ha dado mucho gusto conocerla.
El gusto es mío muchacho, me contestó ella.
Mientras hablábamos Alex salió de su habitación, llevaba unos jeans bastante ajustado que resaltaba su figura y una blusa de tirantes muy delgada, así como zapatos de mujer algo altos tipo sandalia. Se notaba un poco de maquillaje en su rostro, vamos se veía hermosísimo. Estaba fascinado con mi pareja y lo que más deseaba era arrancarle toda la ropa con los dientes.
Amor si quieres tomar un baño, aprovecha ahora porque en la noche quiero que conozcas a mis amigos.
Claro, en seguida voy.
Me di una ducha y rápidamente salí a cenar con Alex y su madre.
Después de cenar, Alex, le dijo que iríamos de fiesta con sus amistades y que probablemente llegaríamos tarde.
Mientras subíamos al auto me decía:
Hoy vas a conocer a unos de mis mejores amigos, es el cumpleaños de mi amiga, Roxanna, va a dar una gran fiesta en su casa, te va a encantar.
Claro mi amor, anda vamos que hace calor y me encantaría una cerveza en este momento.
Subimos al auto y partimos rumbo a la casa de su amiga, Roxanna, la zona por donde se encontraba era bastante céntrica, y al llegar pude ver que la casa era una de las enormes construcciones de la época colonial. Se veía que era de personas bastante adineradas. Al llegar nos recibió, Roxanna.
Alex, bebé, te estaba esperando.
Te dije que no me lo iba a perder. Venga te presento a mi novio.
Basi, ella es Rox, mi mejor amiga de toda la vida.
Mucho gusto, es un placer conocerte.
El gusto es mío. ¿les ofrezco algo de beber?
Una cerveza para mi estaría bien.
Nos dio una cerveza a cada uno y pasamos al interior de la casa, como sospechaba era enorme, lo que si debo decir es que esperaba que el lugar estuviera lleno de personas lo que resultó no ser así. Si acaso hubiera 10 personas.
Un muchacho rubio, bajito y delgado, como de la complexión de Alejandro, pero bastante más bajo y con una cara de nene que delataba su juventud, su nombre era Martín.
Un Moreno enorme como de 2 metros de alto y un Mulato con Rastas con pinta de hippie, también cercano en estatura, sus nombres eran Rodrigo y Luis respectivamente.
Tres amigas de Roxanna llamadas Paola, Judith e Itzel, tres bellas mujeres, rubia, morena y blanca, pero con el cabello negro con un aire de gótica respectivamente.
Había una pareja de hombres a parte de nosotros, notablemente homosexuales, Jared y Ricardo. Roxanna por su parte era una mujer morena con el cabello bastante ondulado y bastante atractiva.
Una vez estando adentro con bebida en mano todos, empezaron a saludarse y a charlar para ponerse al día. Alex les platicaba de cómo nos conocimos y sobre nuestra relación. Yo aún no tenía demasiada confianza con ellos así que le dejaba hablar sin meterme mucho en la conversación hasta que Roxanna empezó a subir el tono de la conversación.
Espera Alex, si ya vino hasta aquí es porque seguro ya te dio una buena cogida, ¿o me equivoco Basi? –
Que preguntas haces Rox, jeje, contesté algo nervioso, la verdad no esperaba que me lanzarán tal pregunta, así como así.
Venga no digas que no, si ya todos conocemos lo perra que es esta niña. – Dijo mientras le daba una palmada en el culo a Alex.
Alex, dio un trago a su cerveza, sonrió y busco mis labios para darme un beso sucio lleno de lengua como reclamándome.
Bueno pues es algo íntimo, pero se los dejo a su imaginación. – Le dije a Roxanna y a los demás confirmando lo obvio.
Está bien, pues vamos a animar un poco más la cosa.
Roxanna, fue a buscar una pipa y un poco de hierba de un cajón de uno de los muebles de su sala y nos ofreció a todos. Fumé como todos los presentes y mientras la música seguía sonando todo mundo se ponía más cachondo. Roxanna y sus amigas Paola, Judith e Itzel se besaban entre ellas, Jared y Ricardo se besaban también, Alex y yo no nos quedamos atrás y los dos grandotes de Rodrigo y Luis se quitaban el pantalón mientras manoseaban al pequeño Martín.
Roxanna, Paola la rubia y Judith la morena se arrodillaban mientras Itzel sacaba una polla bastante considerable de entre sus piernas para que las tres se la chupasen. Joder era un travesti y bastante guapo esa gótica.
Los otros dos chicos Jared y Ricardo ya se comían la verga el uno al otro tumbados en la alfombra de la sala y Los dos gorilas ya tenían al chaval en pelotas luchando por meter sus pollas en su boca. La verga de los dos era enorme pero la del moreno Rodrigo parecía un monstruo de lo gorda y cabezona que se veía. La del hippie Luis era igual de larga pero no tan exageradamente gorda y monstruosa como la de su amigo.
Alex y yo ya estábamos a medio desnudar, mientras nos besábamos viendo todo el espectáculo.
Los dos chicos gais, ya estaban en lo suyo, fornicando entre ellos, mientras la gótica con pene, disfrutaba de él coño de Roxanna mientras Judith le besaba y Paola le hurgaba el culo con un dildo que no supe ni a qué hora sacó.
Alex, me daba una mamada profunda y besaba mis pelotas mientras veíamos como los dos gorilas se acomodaban para follar al jovencito. Mierda el moreno se acomodaba para meterle la verga en el culo, mientras su compañero se la acomodaba en la boca al joven. Era difícil creer que tal monstruo pudiera entrar en un orto tan pequeño, pero así fue.
El morenazo fue empujando su bestia dentro del rubio y este pegó un alarido saliéndosele la verga del hippie de la boca.
Mierda, el moreno Rodrigo, no daba tregua y le metía su monstruo sin piedad mientras el delgado jovencito gritaba como una nena mientras lo sodomizaban. Luis, el de las rastas, al ver que el muchacho estaba siendo sodomizado con bastante dificultad fue donde Jared y Ricardo para que atendieran su enorme polla.
Jared y Ricardo eran unos tremendos maricones, se notaba bastante experiencia con ellos y el hippie de la enorme verga lo notaba, así que fue a meterle la polla en el culo. Ricardo, mientras este le metía la suya en el ano a Jared haciendo un tren los tres juntos.
Alex y la gótica Itzel, se miraban con picardía mientras yo le comía el culo a mi Alex. La gótica tenía la polla dentro de Roxanna y era besada por las otras tres chicas, pero no era la única persona que miraba a Alex y a mí, sino que el jovencito rubio que ya estaba con toda la verga del morenazo dentro también empezaba a mirar como yo le lamia el ojete a mi pareja y como me acomodaba para follarle así en 4 como ya le tenía sobre el sofá.
Jugué un momento con mi verga en la entrada de su culito, mientras con la mano le tomé de la garganta haciendo que girará su bello rostro y le besé con pasión, mientras empezaba a meterle mi pene en sus entrañas.
Por otro lado, Jared, Ricardo y Luis tenían una auténtica fiesta de gritos y gemidos en medio de la alfombra.
A Roxanna, ya la tenían enchufada con la verga de la gótica en la vagina y un dildo enorme en el ano que metían y sacaban Paola y Judith mientras escupían en su ojete y la gótica hermosa le follaba recostada.
El morenazo rodrigo había volteado al chaval boca arriba sobre la cómoda donde le estaba dando por el culo. El muchacho tenía la cabeza colgando al aire mientras el gorila aquel lo poseía con violencia y le mordía los pezones y el cuello. Sus ojos verdes cruzaron mirada con los míos mientas yo le daba una buena follada a Alex, mientras con mis manos sobaba su vientre y pecho.
Alex, no perdía el tiempo y con sus brazos buscaba acercar mi rostro al suyo mientras gemía y veía al jovencito que ya solo se dejaba usar por aquel monstruo mientras de su boca solo salían gemidos y uno que otro grito.
Joder, Alex me gustaba muchísimo y era una total perra, pero esa Gótica, ese jovencito y las tres perras de Roxanna, Judith y Paola si se ponían a modo en ese mismo momento también les daba una buena follada. Por otra parte, el morenazo, el hippie y los otros dos muchachos no me atraían para nada ya que eran demasiado viriles. Por lo menos no en ese entonces.
El morenazo Rodrigo, de pronto dejó de morder al rubiecito como si lo estuviera devorando, se irguió de nuevo con su polla totalmente sumergida en el chaval y poniéndole su mano en el cuello, aceleró sus arremetidas, gruñendo mientras lo sodomizaba, ¡aaahhh ahhh! Maricón, prepárate que ya viene tu lechita.
El chaval no podía articular una sola palabra, con la mano del negro en su garganta solo gemía y gritaba como una nenita, ¡ohhh! ¡ooohhh! ¡ooohhh ohhh! Sintiendo como estaba siendo enculado salvajemente. Además de los gruñidos y gemidos de ambos, se podía escuchar el golpeteo que daba el pubis del negro cada vez que le introducía la enorme polla por el culo, plof, plof plof plof, golpeándole aquel sexi culito mientras estaba siendo salvajemente follado.
El morenazo no tardó mucho en derramar su esperma dentro de ese culito y valla que lo preñó bien preñado al chaval. Pues al sacarle aquella bestia de polla del culo, el abierto ojete de Martín escurría leche sin parar.
La pareja de Jared y Ricardo ya estaban totalmente cubiertos con su esperma besándose arrodillados a la vez que esperaban que el de las rastas soltara el contenido de sus pelotas en sus bocas.
Roxanna, gritaba que se corría mientras la gótica aceleraba sus movimientos y las otras dos chicas se masturbaban entre sí.
Por mi parte, saqué la verga del culo de Alex, le di la vuelta para quedar de frente a mí y le tumbé de espaldas sobre el sofá en el que estábamos. Le metí la lengua en la boca y le dije:
Ya nada más faltamos nosotros mi amor. – A lo que respondió:
Si mi amor, hazme tuya.
No dudé, le introduje la verga hasta el fondo de una sola estocada, interrumpí sus gemidos para besarle y meter mi lengua en su boca mientras dirigía mis ojos a él chaval que estaba recién reventado sobre la cómoda, mirándome a los ojos sin perderse ningún detalle de la follada que le estaba dando a mi hermoso Alex.
Aumenté el ritmo y la profundidad de mis estocadas y Alex, no tardó en correr se sobre su vientre y pecho.
Seguido de él comencé a derramar mi semen en su culo, preñándolo y quedando los dos exhaustos.
Empecé a lamer su pecho y vientre limpiando las gotas de esperma que tenía y limpié su verga. Nada más sacarle la mía, Alex, hizo lo mismo con mi verga recién sacada de su culo y al final nos besamos nuevamente.
Alex, se acercó al chaval que seguía fulminado y no dejaba de mirarnos, le dio un beso en la boca pasándole los residuos de la leche de nosotros dos.
Que escena tan erótica ver a esos dos delicados putitos, Martín y Alex, compartir un beso. Viendo aquello, mi polla no iba a tardar mucho en reponerse.
Así desnudos como estábamos todos, buscamos más bebida mientras charlábamos.
Joder que buena orgía, Paola trae el tequila que esto merece celebrarse.
Alex, que bien te sienta el amor, se nota que tu chico no te piensa compartir.
Alex, me tomó de la mano mientras yo me pegaba por detrás abrazándolo por la cintura, restregando mi paquete en su culo.
Pues sinceramente yo tampoco pensaba en compartirlo, pero veamos qué opina el, ¿Verdad mi amor?
Yo opino que te amo bebé. – le dije mientras le besaba el cuello.
Yo también mi amor.
¿Ves Rox? Aunque si alguien se nos une no hay problema.
Eres una perra presumida, Alex, jajaja.
Está bien, pero tomemos una pausa y bebamos que está es una fiesta ¿no?
Las otras dos chicas nos pasaron los tragos de Tequila a todos y brindamos por lo que sería esa velada.
Bebimos un trago de tequila y después otros dos, la intención era seguir con la fiesta así que volvieron a pasar la pipa con hierba y fumamos todos. Ya estábamos totalmente enfiestados y listos para seguir con la diversión, pero las cosas iban a cambiar por lo menos para algunos. Rodrigo el de la anaconda decidió que ahora quería reventar a Roxanna y a Paola. Su amigo Luis por su parte tomó a Judith y se dispuso a meterle toda la verga.
Jared y Ricardo estaban en lo suyo, aparte de Alex y yo, eran los únicos que sí eran una pareja formal.
Por su parte, Alex notó que mi verga ya estaba lista para la batalla de nuevo y con su mano empezó a menearla, mientras miraba al atento jovencito de Martín, que no se perdía detalle de lo que hacíamos.
El muchacho no se movía mucho, parecía estar adolorido después de la tremenda polla que se había comido por el culo anteriormente. Sus pezones se notaban enrojecidos por las mordidas que le dio el morenazo y su cuello tenía marcados los dedos. Aun así, no se quejaba nada.
La hermosa transexual gótica, Itzel, llegó acercándose mientras Alex me pajeaba de pie y le dijo:
Oye Alex, creo que hay suficiente para las dos, ¿No lo crees amiga?
Claro amiga, anda vamos a mamar juntas.
Se pusieron de rodillas y empezaron a darme una mamada que vamos… ni en mis sueños más eróticos había tenido algo tan perfecto y excitante. Parecía que competían por mí verga y se besaban con mi polla en medio de sus rostros…
Yo me sentía en el paraíso. Sobra decir que ya le había echado el ojo a la bellísima gótica desde hace rato. Tener semejante atención me estaba encantando. Y por si fuera poco el nene rubio no se perdía detalle.
De pronto, Alex se dio la vuelta y se acomodó en cuatro para que le metiera la verga por el culo de nuevo, mientras Itzel, recostaba su rostro en su espalda. Aún salía mi esperma del culito de Alex, a lo que Itzel, se dio cuenta y empezó a lamer aquel culito que me pertenecía.
Una vez terminó, acomodé mi verga en su ano y de un solo empujón se la metí hasta el fondo comenzando a bombear. Ocasionalmente la sacaba para que, Itzel, la chupara, volviéndola a meter.
Así hicimos varias veces mientras me follaba a Alex, hasta que, Itzel se quitó de su cadera y fue a buscar una pastilla azul que tenía entre su ropa, la partió en dos y me dio la mitad, yo ya sabía que esa noche el culo de mi Alex, no iba a ser el único que iba a penetrar así que me la trague sin problema.
Mientras nosotros estábamos en lo nuestro, Judith, estaba sentada en la verga de Luis, cabalgándole como una loca.
El morenazo Rodrigo, estaba dándole una cogida de campeonato a Paola y Roxanna, que parecía que las iba a partir en dos con el tremendo rifle que se cargaba.
Jared, estaba ocupado siendo enchufado por Ricardo. Y el jovencito Martín se pajeaba mientras se tocaba el culito, mientras nos veía follar.
Ya estaba a punto de terminar, así que voltee a Alex boca arriba y acelere el ritmo haciendo que Alex, se corriera de nuevo. Itzel, viendo como la polla de Alex, empezaba a lanzar el semen, se la llevó a la boca recibiendo todo en ella. Cuando yo ya también estaba en el clímax, Itzel, se acercó a mí y besándome, me paso toda la leche que había soltado la polla de Alex. Eso me excitó aún más haciendo que volviese a vaciar mi leche en el culo de Alex, preñándolo de nuevo.
Debido al viagra que había ingerido, mi erección se mantuvo. Al sacar la polla del interior de Alex, noté que estaba listo para otro buen polvo.
La bellísima gótica, Itzel, tomó mi verga y se la llevó a la boca limpiándola con esmero, dejándola lista para que la metiera ahora en su interior.
Itzel, se acostó sobre el sofá con las piernas abiertas y su verga totalmente erecta, no era una verga muy grande ni muy gorda, pero un tamaño si tenía. Me acomodé entre sus piernas con mi polla apuntando a su rosado y apetecible ano y le fui metiendo todo mi miembro mientras me sujetaba de su cadera y Alex le tocaba las tetas. Acelere un poco el ritmo y la gótica estaba gimiendo como una loca.
Mientras tanto, Alex le chupaba la polla a la vez que le manoseaba las tetas y yo me incorporé irguiéndome casi por completo, girándome a ver a él chaval Rubio diciéndole:
Luego sigues tú.
Itzel, volteó a verlo, mientras yo la tenía enchufada y Alex, giró a verme algo sorprendido, pero con una sonrisa pícara, se levantó y se acercó a Martín, llevándolo al sofá, mientras yo metía y sacaba mi polla del interior de la travesti gótica. Empezaron a manosearse y besar. Aceleré más mis movimientos, hasta que empecé a derramar mi semilla en el interior de Itzel, mientras ella se pajeaba violentamente derramando su leche sobre su vientre y mi pecho.
Por el efecto de la pastilla, aún estaba con la erección, pero físicamente estaba fundido. Me senté un poco sobre el sofá a descansar mientras veía como Alex y Martín, se besaban y se tocaban sus culitos.
Era una escena bastante erótica. Itzel estaba fulminada recostada al lado mío, Rodrigo el morenazo tenía cargada a Paola, mientras le metía la verga.
Y Roxanna, estaba fulminada en un sillón con leche en las tetas.
Luis por su parte tenía a Judith, en cuatro gritando como una loca mientras le follaba. Jared y Ricardo estaban haciendo un 69 para terminar de correrse.
Alex, se acercó a mí besándome mientras Martín se comía mi polla, ya estaba un poco más recuperado y me dispuse a cumplir mi labor.
Alex me preguntó:
¿Lo estás disfrutando?
Sí, muchísimo amor.
Te amo mi macho.
Yo te amo más, mi nena.
El chaval, Martín, se comía mi verga y yo ya estaba listo para la acción de nuevo. Saqué la polla de su boca y le tomé de los brazos para que se subiera encima de mí, quedó perfectamente encima mía, sentado a horcajadas montado sobre mi polla. Con su mano guio mi verga para que quedara apuntando a su ano, empezando a sentarse sobre mi polla.
Una vez se introdujo toda mi virilidad en su culo, arqueo un poco la espalda y me ofreció sus pezones apoyando sus manos sobre el respaldo del sofá. Yo accedí y comencé a morder sus tetillas mientras con mis manos le nalgueaba ese culito tan blanco y vicioso que tenía. El chaval era toda una perra y mientras me montaba, movía en círculos su cadera con mi polla dentro de él, causándome muchísimo placer mientras gemía como una nena.
Alex, por su parte se arrodilló delante mía besándome las pelotas mientras yo follaba a Martín.
Todos los demás ya habían terminado y solo quedábamos nosotros follando, así que de pronto estábamos siendo observados mientras teníamos sexo. El chico estaba a punto de correrse y yo también ya no aguantaría mucho más. De pronto Martín, se inclinó y me beso mientras le bombeaba aventando lo último que me quedaba de esperma dentro de él. No tardó mucho él en correrse y de pronto empezó a gritar que se corría, ¡ohhh que gusto! ¡ooohhh que gusto! Me corro, me corro, gritaba derramando su leche en mi pecho mientras buscaba mi boca, besándome.
Joder, estaba exhausto y no podía más.
De pronto se quitó y empezó a limpiar mi polla y mi cuerpo de los restos de su corrida.
Roxanna por su parte dijo:
Mierda, que buen sexo hemos tenido todos. Alejandro, tu chico se ve que se divirtió, deberías traerlo más seguido.
Trataremos de venir más seguido amiga, aunque te espero también para que me visites en mi departamento en el D.F.
Claro, pero me voy a llevar a la perrita de Martín, por que como que tu novio ya le tomó cariño.
El rubio, se sonrojó mientras los demás volteaban a verlo.
Basi y yo vinimos a disfrutar. Creo que tenemos mucho cariño a todos, ¿Verdad amor?
Claro, me la he pasado bien con ustedes muchachos.
Bueno ya, vamos a la piscina y refresquémonos un poco para seguir con la fiesta.
Salimos al jardín y nos metimos todos a la piscina totalmente desnudos, mientras bebíamos embriagándonos y así estuvimos hasta la madrugada charlando y pasando el rato.
Esta es la historia de Basily y Alex, donde Basily nos cuenta cómo fue su primera experiencia sexual con un chico.