Mi experiencia sexual con una viuda de 55 años, no tan llamativa pero les aseguro no la cambio por ninguna otra mujer.
Alicia y Lucia se retiraron a dormir y prudentemente esperé a que Aída se cambiara de ropa para dormir y se acostara, sobre todo porque dado que vivo solo no uso pijama y acostumbro a dormir desnudo, leí unas notas y cuando calculé que ya se había dormido, entré al cuarto, mi joven vecina acostada de lado tenía la almohada sobre la cara y su bata levantada en un lado mostraba parte de las nalgas ¡¡¡sin pantys!!!,…
La propietaria se llama Flora y es viuda hace casi 5 años, ella tiene 57 años de edad, de contextura normal, como se viste con faldones se le nota seria, tiene pechos grandes y algo caídos por la edad, piernas adorables y caderas que ya quisieran tenerlas algunas chicas, tiene una hija madre soltera (algo gordita) con un crío de 7 años que es una joda.
Una mujer que acaba de perder a su marido comienza a vivir con su hija y yerno. Éste comienza a rondar a su suegra hasta que aprovecha la ocasión para aliviar sus penas.
Una mujer, viuda desde hace poco tiempo, comienza a despertar del letargo sexual en el que ha vivido todos estos años, desde un acontecimiento sin aparente importancia: ver a una pareja haciendo el amor en la casa vecina.