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Orgía

Ana y yo nos reunimos para ir a la fiesta en un kiosco céntrico de la ciudad; el tiempo es muy bueno todavía, un aire saludable con aroma a eucalipto, con esta brisa y este sol se diría que la primavera no tiene final, y los adultos en la calle sin embargo no admiten la caricia de esta tarde; y se les ve medio temblorosos y fastidiados, son ajenos al día.

So pretty pig

Trabajaba muchas horas, pero no me iba mal. Salía los sábados por la noche y volvía locos a todos los hombres a los que conocía, sin embargo, después de acostarme con más de quince sin haber tenido ni un solo orgasmo con ninguno de ellos perdí todo el interés por esos ligues de media noche pensando firmemente que el alcohol los hacía totalmente inútiles para satisfacerme.

Los pastores de mis tíos

Al día siguiente salí a un café Internet de por ahí cerca y estuve leyendo algunos relatos, después de un rato la verga se me puso dura y ya no aguantaba mi calentura, espere unos momentos para ver si se me bajaba la erección que traía, después de unos diez minutos salí de ahí y me dirigí a la casa de mis tíos.

Teléfono erótico III

Faltaba ya media hora, así que se apresuró a marcharse para llegar a tiempo, aunque con un poco de retraso, a su excitante aventura que se estaba atreviendo a ejecutar. Su jefe, Sr. Arkin, le estaba esperando, le sonrió y la acompañó hasta el vestíbulo.

Mi tía

Ella me atraía muchísimo y lo sabía, sus miradas, sus manos que disimuladamente me tocaban, incluso hasta rozaban mi verga, la forma en que su culo se apoyaba cada vez que podía en mi paquete, me mostraba sus pechos, yo estaba enloqueciendo y no sabia muy bien que hacer.

Pasión por mi sobrina V

Dejo libres su senos y acerco mi tronco a su boca, que se adelanta a su encuentro y cubre su cabeza con sus labios. Con sus dos manos cubre mi verga y mis bolas, que acaricia con suavidad, mientras abre más aún su boca, de manera que mi pedazo de carne empieza a penetrarla lentamente. Mientras bombeo en su boca, llevo una de mis manos atrás hasta alcanzar su sexo y meto un dedo en él, de manera de darle un masaje.

Diario de Vida IV: Mi tia Clara

Vivía sola con mis abuelos, pues seguía soltera, aunque nunca le faltaron pretendientes dispuestos a casarse con ella, pero mi tía resulto demasiado exigente con ellos y finalmente termino por desanimarlos uno tras otro. Por lo que supe, mi tía había tenido una desilusión amorosa con su primer pretendiente y eso la había marcado para siempre.