Hola, soy Mari, y esto me ocurrio cuando llame a un señor para hacer un arreglo en mi casa. Soy morocha, delgada, pero con buenas lolas y mi punto fuerte, mi cola, estoy en pareja, pero no vivimos juntos. El hecho fué que el arreglo era bastante oneroso y decidí pedirle rebaja...
Mis combos cada vez eran más fuertes y con cada combo la sentía estremecerse en orgasmos. La zorra estaba disfrutando el maltrato.
Le gustaba el sexo duro, y era multiorgásmica, al punto, en que podía acabar mientras me la chupaba, o incluso mientras la cacheteaba. Porque sí, le gustaban las cachetadas.
Después de esa mágica noche, seguimos saliendo y por supuesto cogiendo cada vez que tenemos oportunidad
Quince minutos de sexo duro con una señora de 50 años que era la madre de mi reciente novia.
Me encanta bailar y acariciarme mientras que de reojo veo como tus ojos no dejan de desvestirme, y cuando al fin te decides a bailar y poder sentir tu gran paquete que lo presionas en mi cuerpo, eso me acelera la respiración, y no puedo evitar en querer acariciarlo, para confirmar que realmente eres el que me puede volver loca esta noche, tu haz sido el elegido para hacerme gritar